Parte 2. She didn't want him to run

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Aquel día a la tercera hora aquel par de chicos se presentaron tomados de la mano pasando por el umbral de la puerta hasta sus lugares, todos en el salón de clases los miraban desconcertados pues era común verlos juntos pero no de esa manera, algo raro pasaba ahí pero nada se dijo hasta el descanso. Las chicas rodearon a Tara y los chicos a Milán haciendo preguntas como ¿qué está pasando? ¿están saliendo? ¿desde cuándo? ¿por qué nadie sabía nada al respecto? ¿es que en realidad tenían una relación secreta desde hace tiempo?... las preguntas revoloteaban a su alrededor, y ninguno de los dos decía nada, Tara observaba por encima de su hombro tres lugares hacia atrás para ver al otro, quién no parecía muy contento; la chica dio un largo suspiro, se disculpó con las chicas y fue hasta el lugar de Milán pasando por entre dos o tres compañeros para luego acercarse a la mejilla del otro y darle un beso, luego tomó su mano entrelazando sus dedos y elevándolas por sobre sus cabezas en señal de "triunfo" con una gran sonrisa en su rostro y un gran sonrojo en el de él. 

-Bien creo que ésto ha quedado claro, no?...- un vitoreo por parte de los chicos no se hizo esperar y por parte de las chicas, un griterío de emoción pues era claro que eran fans del romance, el grupo a sus alrededores se dispersó para darle espacio a los "tortolitos" ahora denominados así.

Milán había desviado la vista, levantó su mano para verla aún siendo tomada por su amiga -Tara.... no debiste hacer eso... aaaaah qué vergüenza!!!...- se quejó él apenado mientras trataba de deshacer lo que él creía que era un nudo formado por sus manos. Ella tan sólo sonreía, soltó su mano y luego se puso de cuclillas para poder recargar sus brazos en la mesa del pupitre de él y luego acomodar su cabeza entre sus manos y mirarlo divertida -no me mires así, se nota que te causó mucha gracia Tara... no pensé que harías de esta broma un escándalo...- dijo él mirándola con el rabillo del ojo.

-oh vamos!!!! para mi fue bastante divertido haberte visto tan nervioso... es genial... creo que intentaré ponerte así de nuevo...- se levantó de donde se encontraba, caminó detrás del chico y lo abrazo -además se supone que estamos saliendo... tienes que acostumbrarte.... ¿que te parece salir en una cita mañana en tarde? es sábado después de todo... ¿no tienes nada que hacer o sí?...- preguntó ella mientras recargaba su barbilla en la coronilla del chico.

Él se quedó en silencio unos segundos -supongo que estoy libre... vayamos a ver una película en el centro... vi que salió una de superhéroes recién, ¿te gustan no es así?...- completó él cuando sintió que la chica se separaba de él y asentía con una sonrisa en los labios -a la salida de clases nos ponemos de acuerdo para mañana ok? ahora tengo hambre, debo comprar algo en la cafetería...- comentó mientras se ponía de pie.

-está bien, hablamos de eso en un rato.... tú quédate aquí Milán yo también voy a la cafetería... después de la paliza que te pusieron hoy te vendría bien descansar...- le dio un golpesito con su dedo índice en la frente -eres un idiota...- sonrió antes de desaparecer corriendo por la puerta.

Tara salió del salón rumbo a la cafetería de la escuela, con su monedero en mano,  al llegar hizo su pedido y de vuelta al salón se encontró con su "novio" junto a la puerta -te dije que esperaras... toma... come rápido que se enfría...- dijo ella mientras le entregaba a él una sopa instantánea en una mano y en la otra un jugo de manzana. El chico sonrió y se sentó justo donde estaba, no le incomodaba comer en el suelo, mientras ella iba a su lugar para comer tranquilamente. El chico amplió su sonrisa aún más cuando notó que la comida era exactamente lo que le gustaba, desde el sabor, hasta la cantidad de agua así como los condimentos extras, comenzó a comer felizmente.

El día transcurrió con normalidad a partir de ese momento, a la salida de clases caminaron a casa como usualmente hacían cuando recién se hicieron amigos hablando acerca de la "cita" del día siguiente, como la hora y el lugar de encuentro de acuerdo al horario de la película y si harían otra cosa antes o después de ello. Llegaron a la casa del chico y luego ella se despidió, pues él sabía que su casa estaba a unas pocas cuadras de la suya, o al menos eso había dicho Tara. 

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