Amanecer de pasion

1

Cae la lluvia aun no paraba de llover desde la mañana. Llego a casa luego del viaje mientras espero que llegue el taxi escucho música y miro por la ventana, no recuerdo que este lugar fuera tan calmado y miro a todos los sitios posibles buscando algo similar a lo que era cuando me fui de aquí.

-2 horas más tarde-

Al llegar veo a mi abuela en el jardín, no me había visto pero mi ganas de volverla a ver no me contuvieron y salí corriendo a abrazarla..

-Ay! Mi niño me asustaste, no hagas eso de nuevo podrías matarme del susto. Qué bueno verte mi rey, no sabes la falta que me has hecho en casa te he extrañado todo estos días durante los últimos meses. Tienes hambre?

-Mabue cálmate y abrázame más fuerte, necesitaba estos abrazos.

-David, mejor pasemos a dentro allá hablaremos.

- Bien mabue

La casa seguía intacta, como la deje la última vez. Recuerdo haber pintado esos estante para mi abuela, pegado esos dibujos y cuadros en el mismo sitio donde están colgando ahorita. Tanto pensamiento me hizo olvidarme del mundo cuando vuelvo escucho a mi abuela.

-¿Niño quieres algo?, ¿Tienes Hambre?, ¿Necesitas algo?

-Si abue tengo hambre, hazme algo por favor.

-Y, ¿a dónde vas?

- necesito pensar y ver qué tanto a cambiado todo abue, solo quiero recorrer el lugar unos minutos no tardo.

¿A dónde puedo dirigirme ahora?.. Iré a ver al parque. Estas calles están más sombrías. Más solitarias, las personas se ven más frías.

*Siento un leve golpe en mi talón, volteo a ver qué es y me doy cuenta que es un niño con un balón. Esta casi desgastado y el niño se sentía alegre de jugar con él a pesar de que no vi a nadie cerca de el para acompañarlo a jugar. Me acerco y para ver jugar con él un rato*

-Olle niño, ¿cuál es tu nombre?

-eh, eh, san-san-Santiago.

-Hola Santi, ¿te gusta el futbol eh?­

-S-si...

-Hey amigo cálmate, no te hare nada solo quiero jugar contigo, ¿Me dejas?

-está bien.

· Luego de un rato recordé que tenía que comer, seguro mabue estará inquieta esperándome.

-Olle Santi tengo que irme, espero te hayas divertido un rato, ven dame esos cinco.

-gracias.

-ah, casi se me olvidada mi nombre es David. Tengo 17. ¿Y tú qué edad tienes?

-Tengo 8 años David, ¿cuando volvemos a jugar? es que nunca había jugado con alguien más. Aquí los niños no me aceptan...

*Esa carita triste y los ojitos llenos de lágrimas a punto de dejar caer la primera lágrima. No podía abandonarlo así*

-Santi, no te pongas triste. Yo jugare contigo siempre que quieras, ¿está bien?

- David.. ¿Hablas enserio?

-Si campeón, ¿quieres venir a comer algo conmigo? Te digo que mi abue prepara la mejor comida de Paris.

-Eh... es que...

- ¿qué sucede Santi?

-Es que mi padre trabaja en esa tienda de allá. Y necesito decirle a él.