Reset
(Destine- Thousand Miles).
La llovizna caía por la ventana de mi cuarto y la luz tenue y grisácea que entraba por la misma, me despertaba de el sueño, que pensé que no volvería a experimentar luego de lo sucedido. Comencé a llorar por quinta vez en un mismo día, sentándome en la cama observando mi alrededor, para encontrarme con aquellas fotos en la pared, las cuales me recordaban cada lindo momento que no regresara.
A pesar de no querer arrancar el día, la semana ni mi vida; moví mis pies sobre la suave alfombra lila, la cual combinaba con las cortinas y sabanas, haciendo un pequeño esfuerzo por levantarme y aún con las lágrimas en mis ojos, camine sin ganas al baño. Me observe en aquel espejo, me veía realmente fatal, pero me importaba poco, no era un día para sonreír ni mucho menos. Realice las tareas típicas de todas las mañanas, terminando con mi cabello, dejando ver las ondas que siempre intentaba esconder.
Fui al armario y tome aquel vestido que jamas pensé que usaría, al menos hasta dentro de muchos años. Era negro, elegante y a la vez "provocador" según mi padre ya que, resaltaba mi figura, cosa que odiaba, por el simple hecho de no gustarme llamar la atencion, no es que sea WOW pero en fin. Mi piel resultaba más blanca de lo normal es ese vestido, y a pesar de haberlo comprado con 14 años, hoy con 16 me quedaba, no había crecido ni un cm.
Pero daba igual, era lo único negro que tenia, sacando las camisetas de mis bandas preferidas.
Seria criticada por alguien seguramente, pero me decidí a ponerme unos tenis clásicos negros y blancos, no era de usar tacones, y lo que menos quería era pasar vergüenza por un accidente el cual podía evitar.
Ya lista, abrí la puerta de mi habitación, soltando un suspiro, el cual se escucho mas de lo que esperaba. El silencio era demasiado, sobre todo cuando hay dos pequeños de 4 y 6 años que según mi madre, son mis hermanos; corriendo por toda la casa.
Al pisar el primer escalón, escucho la voz de mi madre discutiendo con alguien al teléfono. Suponía, era la niñera, que debía cuidar de Dante y Sofia.Al bajar el ultimo escalón, pude apreciar lo elegante que estaba mamá, con la misma ropa que vistió para el funeral del abuelo.
-¿vas a desayunar? -Pregunto de una manera dulce.
-No gracias, no tengo hambre ma.-Respondí en un tono amable, caminando al sofá en busca de mi mochila, tomándola y saliendo de la casa para entrar al auto.
Ya dentro, saque de la mochila mis auriculares, y los conecte a mi teléfono, procurando no escuchar sus audios, y colocando una playlist que ambos habíamos armado. Realmente no quería hablar con nadie, y solo quería que ese día, la semana, el mes y año, terminaran.
Mi madre subió al auto, poniéndolo en marcha y observándome unos segundos, antes de partir, mientras yo, observaba la lluvia golpear el parabrisas y tarareaba la canción que sonaba intentando no llorar, al menos no por ahora.
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El Renacer De Alexia
RomanceDicen que la vida da segundas oportunidades.. ¿Pero que pasaría si esa segunda, viene acompañada de una tercera? En ese momento entran en juego muchas cuestiones, las cuales Alexia deberá saber resolver con madurez.