¿Una Cita?

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Pasaron las semanas y Leonardo junto con Raphael se llevaban bien, como si se conocieran de siglos. Todas las tardes Raphael se quedaba en casa de los Oroku mientras su madre trabajaba, y las mañanas la mamá de Raphael cuidaba de los pequeños Oroku mientras Saki hacia lo mismo.
Pronto volverían las clases y Raphael ira junto con Leonardo en el mismo grado y talvez el mismo salón.
La fortuna era que, su madre Tang Shen seria su maestra, ella era educadora y consiguió trabajo en el jardín de niños de la localidad.
Unas noches antes de entrar a clases, las dos pequeñas familias se reunieron para tener una cena y terminar de planear el día.
O-¿Entonces podrás cuidara los chicos hasta las 4 de la tarde?
T-Si, además hay guardería en la escuela, ahí estarán cómodos Donnie y Mikey mientras Leo y Raph salen de la escuela.
Leonardo y Raphael se miraron sonrientes ante la idea de pasar mas tiempo juntos como amigos y mas con sus padres. Tang Shen alimentaba a Donatello mientras que Saki lo hacia con un casi dormido Miguel ángel, fue entonces que Saki se dirigió a Tang Shen algo nervioso.
O-Tang Shen ¿puedo hacerte una pregunta?
T-Todas las que gustes Saki.
Poniendo a Miguel Ángel en su carreola, algo nervioso se dirigió a su amiga.
O-¿Quieres salir con nosotros al parque mañana antes de que empiece la escuela?
Leonardo y Raphael voltearon para ver la reacción de Tang Shen quien seguía alimentando a Donatello, con una gran sonrisa respondió.
T-Sera un placer, llevaré algo de comer.
O-Que gusto, nos iremos temprano mañana.
Volvieron a comer, pero no se dieron cuenta de lo que pasaba con los niños más grandes. Raphael estaba feliz, su madre tenía muchos días sin salir con el a algún lado que no fuera el centro comercial o la escuela.
Pero Leonardo, se puso algo serio con la propuesta de su padre, Raphael lo miró y por debajo de la mesa le dio un leve golpe con su pie para llamar la atencion de su amigo.
R-Leo ¿te sientes bien amigo?
L-Si...es una gran idea.
R-Si, tiene mucho tiempo que mamá y yo no salimos a ningún lado, y si es contigo es mejor.
Leonardo al oír aquel comentario, torno su rostro a un rojo brillante el cual se le hizo tierno a Raphael.
L-Enserio te gustaría salir conmigo?
R-Es lo que más deseo Leo.
Los dos pequeños se miraron sonriendo sonrojado y muy alegres, Leonardo dejó su molestia e imagino cómo sería su día mañana con Raphael y su mamá.















Otro poco de historia para llegar al drama y algunas lágrimas, espero que no se alargue como la de Deseo.

Lo Que Sembré En Mi Infancia, Lo Cosechare Contigo En La Vejez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora