Capitulo 1

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Oh dios, me quedé dormida, mi primer día de universidad y me he quedado dormida. Que buena manera de empezar la mañana. Tengo que alistarme rápido, me tomará unos cinco minutos bañarme, otros cinco lavandome los dientes, más unos dos minutos en un intento fallido por verme ''bien''... En fin, definitivamente llegaré tarde en mi primer día. 

Una vez ya lista, salgo de mi habitación y bajo por las escaleras, frente al refrigerador me encuentro con una nota de mamá diciendo que el desayuno está en el horno, le hubiera agradecido que me hubiera despertado antes de irse a trabajar. Opto por no desayunar por la falta de tiempo, pero mas que eso, por la vergüenza de tener que pasar por ese momento incomodo de llegar a un salón de clases cuando hay un rotundo silencio, como si se los hubiese tragado la tierra. 

Después de haber corrido lo que parecía una carrera a muerte, logro avistar la entrada a la universidad. ''Bienvenida a la prisión libre de expresión'', me digo a mi misma recordando lo tediosa que fue la escuela con sus estúpidas reglas y sus modos de opresión. Al entrar me quedo un poco sorprendida, no hubiera esperado una vista tan bonita, con tanto verde, con tanta vida, pero no tengo tiempo para apreciarlo, no ahora.

-Salón 202... salón 202... ¿Donde está el maldito salón 202? -Digo mientras trato de ubicar el salón. Al parecer una chica que estaba cerca logra escuchar mi alegato y se acerca hacia mi.

-¿Buscas el salón 202? Ven, sígueme -Sin dudarlo la sigo con la esperanza de que seamos de la misma clase y también haya llegado tarde. No es que sea maliciosa, pero al menos así sería menos incomodo entrar. -Es aquí, la próxima vez despiértate mas temprano -Dice y se marcha, despojando mi esperanza de no ser la ultima en llegar tarde.

 ¿Como supo esa chica que me quedé dormida? digo, pueden haber un montón de razones por las que haya llegado tarde... pero bueno, dejaré las dudas y temores para después. 

Abro la puerta, entro y siento como todas las miradas se abalanzan sobre mi, tenia razón, había un silencio incomodo, como si se los hubiera tragado la tierra, pero al contrario, quería que la tierra me tragara a mi.

-Buenos dias jovencita -Dice el profesor, o al menos deduzco que es el profesor-.

-Buenos días... perdón por llegar tan tarde, tuve un problema-. Un problema de sueño claramente, digo para mis adentros.

-Descuida, es el primer día así que no pasa nada, mas bien preséntate a los demás, cuéntanos sobre ti, la razón del por qué escogiste esta carrera, cosas así. Ya todos lo hicieron, eres la ultima que falta.

Perfecto, ahí vamos con las mismas estupideces del colegio.

-Hola a todos, mi nombre es Loure -digo mirando hacia el frente -Tengo 17 años, vine a vivir a Ohio por motivos familiares, mi color favorito es el rojo y por eso me teñí el cabello de rojo fuego -Dije con un tono de ironía y se escucharon algunas risas -Y para terminar, escogí Psicología porque me gustaría estudiar el comportamiento humano, aunque no nos entendamos a nosotros mismos.

-Muy bien, tome asiento -me  dice el profesor y me llega el alivio.- Como ya dije, soy el profesor Ronald, pero pueden decirme Rod.

El profesor continuó hablando mientras que yo buscaba un lugar ideal  y lo encontré, al lado de la ventana. Me senté, miré a mi al rededor y todo parecía normal, pero hubo algo que me llamó la atención cuando miré por la ventana, la chica que me había guiado hasta el salón estaba recostada en un árbol a unos cuantos metros, y estoy segura de que me estaba mirando. No era una mirada normal, mas bien era una mirada perdida, pero penetrante, como si de alguna forma careciera de cordura.



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