-POV Victoria-
A la mañana siguiente, volvimos como si nada hubiese pasado y nos hacíamos las sorprendidas cuando nos decían que habían encontrado a aquel muchacho muerto.
Sí, finalmente murió.
Agarré fuertemente a Mary de la mano, sé que estaba muy nerviosa.
Algo tenía claro, debía hacer que se olvidara de esto.
Mientras caminábamos por los pasillos, algo muy colorido me llamó la atención, eran unos papeles amarrados a un gran tablón, al parecer eran clubs donde para apuntarte sólo tenías que apuntar tu nombre en la hoja.
- ¡Mira Mary! ¿No te gusta ninguno? - dije señalando el tablón.
Su rostro se alegró rápidamente.
- ¡Ballet, ballet! - sonrió de oreja.
- ¡Está bien, está bien! - reí mientras agarraba un bolígrafo y escribía su nombre en el papel.
- ¿Y tú qué? - preguntó curiosa.
- Paso del ballet, yo me apuntaré a kárate.
Y justamente después de escribir mi nombre, sonó la campana, empezaban las clases. Rápidamente nos dirigimos a nuestra aulas y nos sentemos en nuestros asientos.
Cada vez que la gente hablaba sobre la muerte de aquel chico, Mary se ponía tensa, ojalá fuera yo la única que lo notara.
En la hora del recreo, ni se nos pasó por la cabeza volver a la azotea, ni hablar, nunca más. Nos sentemos en los bancos que había cerca del césped mientras veíamos como la policía entraba por las grandes puertas de la entrada y parecía interrogar a algunos alumnos, alguien se puso enfrente nuestra.
- La directora quiere veros - dijo una voz masculina.
Al levantar la cabeza, nos percatemos de que era Duncan, nos levantemos inmediatamente.
- ¿Qué quiere? - pregunté.
Él se encogió de hombros, yo chasqueé la lengua molesta y volvimos dentro, o bueno, eso pensaba, hasta que me percaté de que Mary no estaba, volteé, se encontraba mirando fijamente a Duncan, además podía ver sus rojas mejillas a miles de kilómetros.
- ¡Venga, Julieta! - le grité.
Ella volteó hacia mí y vino corriendo.
- ¿Qué te dijo? - sonreí de lado mientras pasaba mi brazo al rededor de sus hombros y caminábamos hacia el despacho de la directora.
- N-Nada - rió nerviosa.
- ¿Te pidió salir? - me detení cogiéndola de los dos hombros y sonreí de oreja a oreja.
- ¿Q-Qué? - preguntó confusa - ¡Estás loca! - siguió caminado mientras me adelantaba.
- Oye, ¿por qué no? - reí.
Volvió a parar de golpe mientras me daba la espalda.
- Vic... creo que debo contarte algo - dijo nerviosa y se volteó.
- ¿Sí? - sonreí arqueando una ceja.
- Ducan y Edric son...
Alguien nos interrumpió empujándonos contra la pared, una cabellera albina, Edric, era Edric, y parecía muy serio.
- Quieto, fiera - se escuchaba como Duncan venía y alejaba algo a Edric.
- Lo siento - respiró hondo.
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Killers for a one day?
RandomDos chicas. María y Victoria. Deben cambiar de Instituto por motivos desconocidos y acabar los estudios en otro lugar. Terminan por alquilar un piso, y como ya hemos dicho, cambiar de Instituto. Y bueno, se puede decir que este Instituto es un tanto...