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Estoy perdido.
No, lo juro, estoy perdido.
No sé qué hacer, ¿dónde está Jack? Carajo, no tengo batería, ¿debería preguntarle a ese señor? ¡Sí! ¡Anda! Sin pena Jack, tú puedes...

—Disculpe señor, ¿sería muy amable de prestarme su teléfono para hacer una llamada?— La persona a la que me había acercado hizo una cara de no entender nada lo que decía, seguro que lo había dicho demasiado rápido y en voz muy baja así que volví a intentarlo pero más despacio y alto, pero no, volvió a hacer la misma cara, creo que vio mi cara de frustración así que sonrío.

— Allison, ven aquí, necesito tu ayuda.— una chica bastante linda se acercó a él y el hombre me señaló, la mirada de la chica se dirigió a mí y al instante sus ojos se agrandaron más de lo que ya estaban.

— ¿Podrías ayudarme? — dije haciendo señas ridículas intentando hacer que comprendiera el inglés.

— No soy tonta, entiendo perfectamente lo que quieres decir.— una sonrisa apareció en su cara haciendo que la desesperación que yo sentía se esfumara. — ¿Qué sucede?

— Lo siento, creí que tampoco hablabas inglés, necesito... — sus ojos estaban mirando directamente a los míos y eso hacía que me pusiera nervioso. — ¿Podrías prestarme tu celular para hacerle una llamada a mi amigo? — logre decir sin titubear.

— Claro que sí, ten.— dirigió la mirada hacia abajo y palmeo sus bolsillos, sacó un celular de su bolsillo trasero y me lo extendió sonriendo todavía, el hombre que la había llamado se había sentado en una banca a unos metros de nosotros. — No hagas mucho caso a el fondo de pantalla. — apreté el botón de desbloqueo y me encontré con una frase que yo conocía a la perfección "Please jump into my arms like an athlete", la mire, estaba mordiéndose su labio inferior mientras veía hacia su lado izquierdo.

—¿Te gusta mi música? — logre hacer que me mirara, sus ojos estaban iluminados ¿por mí? No, no podía ser. Asintió, y volvió a desviar su mirada. Volví mi mirada a la pantalla del celular, puse el teclado y marque el número de Jack. Contesto después de varios timbres, y se escuchaba igual de desesperado que yo antes de encontrarme con esta chica. Le expliqué donde me encontraba y dijo que vendría hacia acá. Termine la llamada y le di el celular a la chica. — Gracias, ¿cuál es tu nombre?

— De nada y es Allison Espinosa.— su sonrisa se había borrado desde ya rato, quería que volviera a aparecer.

Espinosa. ¿Será pariente de Matthew?

— Pues es un gusto Allison, yo soy Jack Gilinsky. — le tendí mi mano y ella la tomo, formando un saludo. — ¿Quieres una foto?— ¿qué? ¿Enserio Jack? Que engreído.

— No muchas gracias.

— Pues yo sí quiero una contigo ¿me dejarías? — ella hizo cara de no entender nada. — Es que eres demasiado linda, y fue un gesto muchísimo más lindo el que me dejaras usar tu teléfono.— No entendía el por qué no se había puesto como loca al verme, sé que no soy el centro de atención todo el tiempo, pero las chicas que son mis fans lo hacen, quería preguntarle el por qué pero realmente no encontraba las palabras para hacerlo.

— Escucha — interrumpió mis pensamientos. — Probablemente te estés preguntando por qué no actúe como loca al verte, ni pedirte una foto, pero no sé, soy algo tímida y discreta en esos aspectos.

— No respondiste a mi pregunta. — claro que lo había echo, pero quería saber si podía tomarse una foto conmigo, no quería olvidarla, era hermosa y perfecta, hablaba con delicadeza, claro, sin trabarse, sin una sola grosería, muy propia y además su físico era increíble, tenía el cabello castaño y largo, era delgada, con ojos grandes y azules, era preciosa y yo quería conocerla más allá de todo eso.

— ¿Una foto?

— Sí Ally, una foto.

— Bien, solo una.

—¿Y qué tal también tu numero telefónico? — ¿qué?

—¿Qué?

— Tu número de teléfono— le sonreí y ella sonrió

— No.

— Sí.

— No.

— No.

— De acuerdo, no. — y además era astuta... — Ahora, tomemos la foto antes de que mi papá se moleste.

— Está bien Ally. — iba a sacar mi celular, pero en el preciso momento en el que toque mi bolsillo mi mente reaccionó. No tenía batería. — Ally, ¿podríamos tomarla con tu teléfono? — volvió a abrir los ojos de la misma forma que cuando me vio.

— Es que... No tendría como pasártela y...

La interrumpí.

— No hay problema se la mandas a Johnson y que él me la envié a mi, después de eso puedes borrarla o hacer lo que desees con ella. — dije sin despegar mi mirada de sus ojos.

— Está bien, Jack.— era la primera vez que escuchaba a alguien pronunciar mi nombre como ella lo había echo, "Jack" fue como... Como una bendición para mis oídos.

Sacó el teléfono nuevamente poniendo la cámara frontal, y me lo extendió. Tome el teléfono y tome una foto sin querer de mi cara, una sonrisa se escapó de mis labios al pensar que ella tendría una foto mía que solo ella vería.

Se puso a un lado mío por lo que yo negué, no quería un selfie, quería algo especial y no solo una foto, quería muchas.

— ¿Puedo tomar tu mano?— alzó los hombros en un gesto despreocupado ¿enserio esta chica era una fan? — Tomare eso como un sí— tome su mano, me dio una mirada de "te odio" y soltó un suspiro frustrado. Dio un paso hacia adelante quedando mi brazo y el de ella completamente extendidos y nuestras manos entrelazadas. Tome la foto y volví a darle su teléfono. — Gracias Ally.

— No es nada, ¿te quedarás aquí? Es que creo que debo irme. — volteo a ver a su papá que se encontraba cruzado de brazos.

— Pero ¿y la foto? — respondí con un nudo en la garganta, no quería dejar de mirarla.

— Pues, te la envío por— hizo una pausa para pensar— bueno, por mensaje de texto.

— Bien, dame tu número— sinceramente no creo que quisiera ella guardar mi número en su teléfono. Me dio los dígitos escritos en una servilleta, cuidadosamente anotados, tome la servilleta y la guarde detrás de la funda de mi celular, así no la perdería ni olvidaría donde la había dejado.— ¿Tienes Twitter o Instagram? — le pregunte esperanzado de que quisiera darme alguno.

— No, por ahora confórmate con mi numero telefónico.— sonrió, ¡Dios mío! Su sonrisa era tan perfecta, yo quería seguir siendo el causante de ella.

— Está bien Ally.— me fue inevitable sonreír después de pronunciar su nombre y de ver su sonrisa.

— Okay, entonces espero tu mensaje. — eso me había tomado por sorpresa.

Se acercó, lentamente, todavía sonriendo y por un segundo creí que iba a abrazarme, pero no lo hizo, en lugar de eso me tendió la mano y la tome estrechándola.

— Hasta luego Gilinsky. — y no me dio tiempo de contestarle porque se dio media vuelta y caminó a la banca donde se encontraba, hasta donde yo sabia, su papá. El hombre se levanto, puso su mano en su hombro y caminaron hasta que los perdí de vista.

Esa chica era preciosa.

Hermosa.

Tenía que ser mía.

Y lo sería.

Right Where You Are. -JG-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora