70

12 2 0
                                    

Aquel día en que me enteré de todo, no supe como reaccionar.

No podía llorar.

Solo escuchaba. 

Escuchaba con atención como el príncipe azul se caía a pedazos ante la cruda realidad.

Escuchaba como las ilusiones se estrellaban con la verdad.

Luego no escuché nada más, no escuché sobre ti, no escuche más sobre ese nosotros que alguna vez empezó a ser, pero que, solo se quedó en sueños, deseos y palabras, dejé de escuchar y de sentir.

Cuando volví a escuchar tres días después, solo logré escuchar mi llanto impotente durante la noche y a mi corazón volverse frío.

Relatos ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora