Mi héroe.

466 57 7
                                    

La noche estaba fresca y yo disfrutaba de la brisa de invierno que helaba los huesos. Allí apoyado en el balcón de mi departamento, aquel último piso que tenía vista a todo Seúl.
Mire hacia abajo, las pequeñas luces que se movían de un lado a otro hasta perderse en las esquinas. Hoy seria el día me dije mentalmente, aunque no día ya que era de noche. Reí internamente ante lo pensado mientras sentía como seguían bajando lágrimas por mis mejillas. Creo que ese será el último chiste malo que diga. O eso creí hasta que lo escuche.
-¡HEY!... BONITA NOCHE ¿CIERTO?- Mire hacia la derecha y en el balcón del edificio vecino al mío logre ver como un chico sonreía mientras me miraba fijamente sin cambiar de expresión en ningún momento. No dije nada, solo lo ignore.
-MI NOMBRE ES JONGHYUN... ¿TU COMO TE LLAMAS?- Grito nuevamente, esta vez no quise mirarlo debía ser rápido, debía terminar de una vez por todas. Rápidamente subí sobre la loza y me quede allí parado mirando a la nada, no debía pensar solo tenía que saltar.
-SE VE QUE ERES DE POCAS PALABRAS BONITO...- Dijo claramente nervioso ya que su tono de voz había cambiado por completo luego de que subiera allí.
-¡¿QUÉ ESTAS HACIENDO?!- Pregunto alterado- NO ME CONTESTES SI QUIERES... PERO POR FAVOR BAJA DE ALLI, ES PELIGROSO.- Rogo haciendo que girara mi cabeza para mirarlo, en su mirada vi preocupación, por mí, por alguien que siquiera conoce. Pero... ¿Para qué había ido allí? Sabía que era peligroso. Y tenía que hacerlo.
Salte.
-¡NOOOO! -Escuche la voz de aquel que me miraba desde su balcón pero no sucedió nada. Unas fuertes manos me tomaron y tiraron de mí haciendo que callera sobre aquel cuerpo. Él había vuelto.
-¡Ahh! ¡Suéltame! -Grite enojado.
-¡¿QUÉ MIERDA INTENTABAS HACER KIBUM?! - Grito el moreno mirándome fijamente, en su mirada lo decía todo, estaba más que enojado.
-...
-¡Habla!... Mi amor... -Dijo Minho mirándome a punto de llorar. -Perdón gatito... perdón... No vuelvas a intentar algo así, yo sin ti me muero Kibummie... -Soltó empezando a llorar mientras sus brazos me apretaban con fuerza. Minho se levantó cargandome como si de una princesa se tratase y me llevo al sofá. Lo vi irse hacia nuestra habitación y luego volvió con una manta, me tapó y se quedo a mi lado, pero no mucho tiempo ya que luego de un minuto se escuchó la puerta. Camino hasta allí y abrió, no me volteé sólo espere a que vuelva. Minho cerró la puerta. Unos pasos se acercaron al sofá, levante la cabeza y lo vi. El chico que me estaba gritando desde su balcón.

-Hola soy... soy yo otra vez. Jonghyun, te lo dije afuera. -Dijo rápido mirándome con una media sonrisa dibujada en su rostro.

-Sólo... solo quería ver que estuvieras bien... y que... que si necesitas de alguien no dudes en ir a mi departamento -Saco algo de su bolsillo y me lo tendió, tome aquella tarjeta sin decir ni una palabra.

-Espero me llames, si tienes algún problema. -Dijo para luego salir rápidamente de mi hogar. Mire la tarjeta y en ella estaban plasmados los datos de aquel chico. Mi rostro se torno frío nuevamente, Minho se había sentado a mi lado.

-Primero quiero saber que paso, luego me dirás quien es el. -Dijo con su típico tono grave.

-Los vi. -Pronuncie mientras lo miraba enojado. Baje la vista a mis manos y suspire, las lágrimas volvían a hacerse presentes y mis mejillas volvían a humedecerse por completo. Pero Minho lo entendió.

-¡No! ¡Kibum, no! Eso... eso... por dios ¡¿Ibas a tirarte por eso?! ¡Maldición Key! Perdóname... Perdóname...

-Mi gatito murió... -Dije mientras tocaba mi abdomen vacío. No quería vivir más así. No quería verlo más. Si sólo... si solo me hubiera quedado en casa ese día.

Al fin podré ver a mi Choi, me dije internamente mientras bajaba del auto con un paquete en las manos. Le había hecho un pequeño pastel de vainilla y chocolate como a el le gusta.
Camine hasta la empresa y entre. En recepción di mis datos y enseguida me autorizaron para subir. Estaba muy nervioso. Quería que sea una linda sorpresa... por que no sólo había ido para darle el pastel, si no para decirle que estábamos esperando un pequeño gatito. Yo estaba de tres meses. Subí al ascensor y pulse el botón 7. Cuando las puertas se abrieron entre y caminé tranquilo por los pasillos. Al llegar a la puerta de su oficina, esta estaba entreabierta. Y lo vi. Sentado en su silla detrás del escritorio mientras uno de sus empleados estaba sobre sus piernas besando su cuello íntimamente. La ira se apoderó de mi, quería romper todo pero contuve la calma salí corriendo al ascensor mientras lloraba descontrolado. Pulse el botón y nada, no subía. Mire hacia la izquierda y allí estaban las escaleras, sin pensarlo empecé a bajar rápidamente como idiota. Las luces estaban apagadas y no quería buscar el interruptor sólo quería irme. Pero antes de llegar que tercer piso caí. Sentí un dolor intenso. Cuando llegue a mi auto, adolorido conduci hasta el hospital y allí me dieron la peor noticia. Mi gatito ya no estaba más. Y eso me mato.

VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora