Ni una palabra ❀ KaiSoo

Parte única

No words you say tonight, can makes this be alright

I'll help you follow through, Remember this: Pacta Sunt Servanda

The wounds are too Deep, I need to keep the scars

To prove there was a time when I loved something more tan life.

[ ☆ ☆ ☆ ]

La oscuridad en el cuarto es inevitable pese a que fuera de su pequeño departamento los rayos del sol refulgen con cierta alegría, calentando el pavimento, haciendo que el calor se cuele bajo la puerta demasiado insoportable.

Las ventanas cubiertas por gruesas cortinas oscuras impiden que traspase ni un ápice de luz, haciendo que sus ojos negros se adapten con facilidad a la oscuridad, después de tantos días en penumbra, KyungSoo se siente completamente cómodo con aquella manera de vivir. Sentado en un rincón, con sus enormes ojos bien despiertos, observando los pedazos de viejas fotografías desplomarse y regarse por el piso como si fueran nada. Como si nunca hubiesen sido algo.

Su vida podría reducirse a esos pedazos de papel fotográfico que se encuentran tirados por toda la pequeña habitación, haciendo todo un desastre de aquella estancia, un desastre inigualable como su propia vida, todos sus anhelos, sus esperanzas y sus ilusiones se reducen a cenizas en un rincón, en un bote de basura, donde otro tanto de papeles crepita lentamente, iluminándole lo suficiente el rostro como para poder observarse las ojeras que han crecido demasiado bajo sus ojos, producto del insomnio que lo carcome.

Su corazón se ha adormecido y se observa frente al espejo como si no estuviera ahí realmente, como si no existiera. Porque su vida ha dejado de existir como él la conocía. Porque él se la ha llevado, y ha dejado retazos que él no puede unir, diminutos fragmentos que no puede pegar a su cuerpo nuevamente, por más que se empeñe en coser aquellos recuerdos a su interior... sabe a final de cuentas que algo se perdió, que algo salió mal y ahora no es ni la mitad de lo que solía ser.

Respira con dificultad y le duele el corazón, le duelen las mentiras susurradas al oído con una voz tan delgada y conocida, le duele sentir las yemas de aquellos delgaduchos dedos recorrerle la piel invisible, le arranca pedazos de su alma saber que aquellos labios le besaron con tanta intensidad, lo desgarra saber que no está más.

Que tiene un nuevo amor, que todos parecen estar demasiado contentos por ello... porque nadie apostaba a que él era un buen partido, porque nadie susurraba que eran la pareja perfecta como lo hacen ahora. Porque todos le decían que estaba mal, que debía dejar de intentarlo. Que debía dejar de arriesgarse.

Y se ríe, completamente fuera de sí mismo, enseñando los blancos dientes que siempre ha tenido, con los que solía devorar aquella piel morena y que ahora se burlan de su soledad, porque todo ha salido como debía ser y ahora él está solo y JongIn, JongIn está con ella.

JongIn lo engañó, le mintió, lo hizo sentir que todo iba bien, que podían alcanzar todo lo que se propusieran, que podían vivir juntos y amarse hasta el final.

Su mirada se enfoca en el cuerpo que permanece recostado sobre la madera de su habitación, aquella fisonomía tan delgada que él conoce demasiado bien, aquella tersa piel que sus dedos se han dedicado a recorrer desnudo mientras lo acariciaba con parsimonia. Aquellos labios tan abultados que los suyos se dedicaban a morder con sensualidad.

KyungSoo deja escapar un suspiro profundo y ladea la cabeza, parpadeando un par de veces con seriedad porque le gusta perder el tiempo contemplando aquel cuerpo que solía volverlo loco, que aún lo hace.