Enero de los caramelos café:
A pesar de, espacio, no somos buenos,
entre cada parpadeo y aunque tenga una excusa
y el tiempo me detenga a revisar sus pestañas,
se desvanece.
Entre cada parpadeo,
en el segundo sin color,
cuando te busco; no importa...
lo que siento cuando me besas no se queda en mi boca,
igual.
Se desvanece. Con una prosa azul. Con papeles amarillos, con el tiempo que solo sabe detenerme. Con los caramelos café, con mis zapatillas sucias. Con todas las excusas y los espacios. Igual se desvanece.
En las cosas que he tocado,
en las cosas que hemos tocado los parpadeos duran menos
y el color tuyo está impregnado. Te desvaneces.
Porque, no, somos, buenos.
No somos recordables,
no somos pestañas,
no somos tinta, no eres una excusa,
no soy la boca tuya en el segundo sin color.
No somos el tiempo que nos detiene para durar menos.
Entre cada parpadeo,
entre un siento cuando me besas y cuando somos buenos.
Te desvaneces .
