Mal De Amores

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-Bueno Camila, que te parece si me hablas de hombres- hablo la psicóloga mientras encendía el grabador.
-Bueno, hubo solamente 2 personas "importantes", mi ex-mejor amigo, que ni bien tuvo la oportunidad me dejó, y mi "ex-novio", si puedo llamarlo así, que solo salio conmigo por una apuesta-
-Muy bien, comienza con la historia que quieras-me dijo para que continuara hablando. Yo rodé los ojos pero decidí hacer lo que dijo para terminar lo más rápido posible
-Bueno, mi ex-novio se llama Ladislao, lo conocí en 2° de secundaria, era el chico más popular de la escuela, todos los chicos lo envidiaban y todas las chicas lo deseaban, y yo bueno, yo no era la excepción- pare un instante para tomar aire y tratar de ordenar las palabras en mi mente, luego continue con el relato-como usted se dará cuenta yo no soy la persona más popular, por lo que él prácticamente no estaba enterado de mi existencia, o eso es lo que yo creía. Un día se me acercó, y comenzamos a hablar. Los primeros dos meses nos tratamos como amigos, hasta que un día me dijo que quería que fuera su novia, y yo como una ilusa le creí. Estuvimos juntos durante 6 meses, en ese tiempo comencé a llevarme con las chicas populares, empecé a comer más, ya no me cortaba con tanta frecuencia, era una persona nueva y mejor. En fin, pasados los 6 meses me invitó una fiesta para, según el, celebrar la llegada de un amigo que no veía hace tiempo, lo que yo no sabía es que en realidad la hacían para terminar con la apuesta y humillarme. Cuando llegamos a la fiesta el me dijo que lo esperara que iba a buscar un par de tragos, por lo que me quede en uno de los sillones esperando hasta que alguien hablo a través de un micrófono, era el junto a sus amigos, yo no entendía lo que estaba pasando hasta que Ladislao dijo que tenía algo importante que decirme y que por favor subiera al escenario​, yo subí, porque vamos, llevamos 6 extraordinarios meses no se me cruzaba ni remotamente por la cabeza lo que pasaría...-Me calle, mientras recordaba todo lo sucedido esa noche, sus hirientes palabras, mi lágrimas callendo, las risas de todos los presentes, recuerdo cómo me dolían las piernas de tanto correr, el alivio que recorrió mi cuerpo cuando los cortes en la muñeca se hicieron presentes...
-Camila-me llamo la doctora-¿que fue lo que paso?-
-Me dijo que le daba asco, que no podía creer que había sido tan estúpida como para pensar que alguien como el saldría con una gorda como yo, y más cosas hirientes, yo simplemente me fui corriendo a mi casa, y me corte. Desde ese entonces me cerré totalmente a la posibilidad de querer a alguien-
-¿Lo amabas?-
-No, quiero decir, lo quise mucho y me dolió muchísimo lo que me iso, pero nunca llegue a amarlo-
-Bueno, prosigamos-dijo mientras anotaba algo en su libreta- hablame sobre tu amigo-
-Preferiría no hablar de él por ahora si no le molesta- le pedí lo más amable que pude. No estaba lista para hablar de él, no aún.
-Bueno, si no quieres...-respondió algo insegura
Yo simplemente asentí para comenzar a hablar sobre otros temas triviales hasta que se terminó la sesión.
-Bueno cariño es todo por hoy- dijo despidiéndose de mi con un beso en la mejilla-y déjame decirte que estas últimas 2 sesiones me han dejado gratamente sorprendida, te estás abriendo más, compartiendo tus emociones y eso es un gran avance-
Yo simplemente asentí y di media vuelta para salir del consultorio.
Pobre e ilusa doctora Figgs.
Si supiera que después de esto voy a dejar de comer por más de una semana...

GORDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora