3. Conociendo al Sr. Darcy

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Fue el día cuatro donde el verdadero trabajo empezó.

El pelirrojo en realidad no era de leer mucho, su arte era más bien la pintura y sus derivados, pero sabía que Orgullo y Prejuicio era una buena obra literaria por lo que había oído; y, como recordaba la advertencia de la rubia de "no veas la película", no tuvo más remedio que leer el libro.

De principio le cayó bien Elizabeth, la que demostraba ser el ejemplo de chica que en esos tiempos no era aceptada por que sus pensamientos no eran los comunes. Parecía ser un personaje discreto, no se negaba a nada, pero en realidad tenía una opinión distinta a la de todos por dentro.

Una opinión que contrastaba con la del Sr. Darcy.

El Sr. Darcy era otra cara de la moneda. Todo lo decía, no se guardaba el pensamiento y, si lo intentaba, solo bastaba con una mirada y no necesitaba más palabras para decirte lo poca cosa que eras. Era un engreído, un pedante que se creía mejor, todo le amargaba...

... no sabía cómo rayos actuaría a ese sujeto.

Suspiró, guardando el libro de Orgullo y Prejuicio que su madre había prestado, rascándose un poco la cabeza. Sabía que la profesora de Literatura era fanática del teatro, ya que ella mismo hacía mención de las obras que veía cada tanto, por lo que presentarle cualquier cosa no era lo adecuado.

No lo alentaba el hecho de que entre los murmullos de sus compañeros no se escucharan otra cosa más que obras como las de "Romeo y Julieta" cerca de Adrien y Marinette, "La Bella durmiente" cerca de Ivan y Mylene, "Cumbres Borrascosas" cerca de Kim y Alix, e incluso "Amor en tiempos de cólera", que era una novela latina, cerca de Max y Sabrina.

La única desinteresada de aquello, por supuesto, era Chloe.

El pelirrojo la miraba con un sutil hartazgo. Sabía que ella ya había leído el libro, sí, pero, ¿podía al menos parecer interesada en lo que iban a hacer?

Terminadas las clases, el pelirrojo se acercó de nuevo a ella. Aunque, sorprendentemente, está ya lo estaba esperando.

—¿Tienes tiempo para empezar ahora?

El pestañeó un par de veces en sorpresa— Tendría que pedirle permiso a mi madre primero.

—Llámala —ordenó. Luego miro sus uñas—. Hoy no voy a tener tiempo, mi único momento libre es este. Aprovéchalo o déjalo —terminó de decir.

Nath estaba desesperado, sin duda tres días para hacer una dramatización de la cual aún no tenían nada había que aprovecharlos. Tomó el teléfono de su bolsillo y mandó un mensaje rápido a su madre, ya que "rápido" era todo lo que la mirada penetrante de la rubia le decía, y esta le respondió en seguida con un "ok, cuídate mucho" y varios besos. Guardó su teléfono y vio a la chica con un asentimiento en aprobación.

—Bien, vamos. —Sin darle tiempo a nada, agarró a este de la mano y lo llevó casi a rastras hacia su limosina que los estaba esperando. No había nadie más ya en la escuela, pero el chico aún se sentía avergonzado de que estuvieran cogiendo su mano.

Entraron en el vehículo, por lo cual el chofer vio con sorpresa como un pelirrojo que no era Sabrina entraba. No le tomó mayor importancia y arranco.

La rubia estaba apoyada a su lado de la cabina, viendo por la ventana, mientras el pelirrojo sentía la incomodidad de un silencio cortante. No que no estuviera acostumbrado al silencio, es lo que mejor le iba, pero compartirlo con Chloe de algún modo no se sentía bien.

Después de unos breves segundos que para el joven fueron sorprendentemente largos, se le ocurrió la idea de sacar el libro y seguir con su lectura.

—¿Por qué parte vas? —soltó la rubia al notar el libro.

Nath se sorprendió por la inesperada interrupción de su silencio y vio a la chica que lo miraba por el rabillo del ojo— El primer baile en el que están ambos —mencionó. Estaba seguro de no entender mucho de amor, pero seguía sin comprenderlo, ¿cómo quedarían juntos dos personas que ya fueron puestas juntas y aun así no se podían llevar bien? Elizabeth seguía odiándolo en secreto y con elegancia, Darcy seguía siendo un pedante sin remedio—. ¿Cómo es posible que acaben juntos? —susurró para sí mismo sin fijarse.

La rubia, que sí lo escucho, volteo a verlo— Bromeas, ¿no? ¡Están destinados!

De nuevo, lo tomó por sorpresa la respuesta de la chica, pero le interesaba oír el porqué de creer eso y continuó con aquel tema— ¿Por qué? No hay problema con ser de mundos distintos, pero son dos personas muy distintas por eso mismo.

—Te contradices —refutó ella—. Estas juzgándolo por su actitud, de donde viene, y dices que no importa si vienen de mundos distintos. Te basas en su personalidad y no en sus acciones.

—Y, ¿cuáles son sus acciones? ¿Ser un pedante? —preguntó de vuelta el pelirrojo. Aunque, la verdad, era interesante el punto de vista de la rubia. Sorpresivo, incluso.

—¡Es más que solo eso! —exclamó la rubia, moderando su pequeño grito y cruzándose de brazos. La estaba irritando—. Pero si no lees el libro completo, no lo sabrás. No sabrás que sufre ni que vive y solo te basaras en su actitud.

La rubia suspiró muy levemente, de cierto modo ese libro era lo que ella consideraba que eran ella y Adrien. Ella era Elizabeth, quien llegaba a conocer todo de aquel enigma, y Adrien era Darcy, aquel reservado que nadie conocía más que ella. Distintos pero complementarios.

Meneó la cabeza. Dios, no. No otra vez tú, nebulosa depresiva.

—Quizá tengas razón —respondió el, sin poder refutar le aquel argumento pero aun dudando de éste —. Le dejare más tiempo a Darcy para sorprenderme. Hasta entonces, mantengo que es un engreído.

La chica sonrió desafiante, sintiendo como su auto llegaba a su lugar de destino.

Al sentir el auto parar, abrió la puerta y lo miró— El Sr. Darcy hará que te tragues tus palabras.

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AGDHAHDHS HSBC NO SABEN LA DE PROBLEMAS QUE ME DIO ESTÁ COSAAAAAAAAA.

Va en serio, muy en serio, planeaba hacerlo más largo y tal... y me sacaron de la computadora, ¡plañiran este día! D:<

En fin, intentaré actualizar más seguido. Quien leyó Orgullo y Prejuicio entenderá todas las referencias 7u7 Le doy una galleta al que adivine todas las referencias (?)

En fin, ¡disfruten, my dears!

No tan mala |Nathloe|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora