Esto sucedió y nadie no los quitará.
Harry cerrando sus brazos alrededor de Niall, posiblemente susurrándole al oído, probablemente besandole el cuello o la oreja, quizás prometiéndole una intensa sesión de besos salvajes, tal vez ofreciéndole el cielo y las estrellas.
Y todo lo que nos queda es un apagón.
Pero sucedió, babys, sucedió.