Yo solo era un chico "normal" hasta que pues todo cambió derrepente, mira te contaré desde un poco antes de que todo cambiara.
Estaba a mediados de ciclo escolar en 3° de secundaria pues bueno tengo 14 años y pues estaba en mi cuarto viendo Netflix y usando mi celular nada fuera de lo común cuando mi madre llegó a decirme que se iba a divorciar de mi papá, yo los quería mucho y no los podía ver separados y le dije:
–¿Porqué?
– Porque ya no queremos estar juntos
– ¡Porque cada vez que me siento bien lo tienen que arruinar!– dije gritando y llorando.
Después de eso me fui a dormir porque no quería que ese día continuara, al sonar el despertador me levanté y me fui a bañar pero mientras me bañaba me di cuenta que en mi pecho se veían unas tipo venas, pero raras unas se veian como de el color de un moretón y eran líneas rectas y muy marcadas de mi lado izquierdo, pero del lado derecho eran blancas y brillaban un poco y eran líneas delgadas y curvas finas, le hice caso nulo y me seguí bañando normal, se me hizo raro que mi madre no se haya levantado a hacer el desayuno y bañarse para ir al trabajo, pero no le culpo despues de lo que le hice no creo que me haya querido ver y mucho menos hacer el desayuno.
Me dormí otro rato porque no tenía hambre así que me daba tiempo, me desperté justo a tiempo, acababa de llegar el autobus del colegio para que me fuera, tomé mi mochila y mis llaves y salií.
En el camión me senté hasta el frente como siempre y me puse audífonos, por alguna extraña razón nadie se me acercaba , unos decían que porque era demasiado malo y los otros que era demasiado bueno, no entendía el porque.
No noté que alguien se me acercó hasta que me tocó el hombro, se me tensó el hombro izquierdo y se relajó el derecho, se sentía muy raro, creo que porque no había hablado con nadie antes, él me empezó a hablar como si nada.
– Hola
– Hola, soy Christian
– Si lo sé, te he visto en la escuela
– Ah ya, y tu ¿quién eres?
– Yo me llamo Ángel– Por alguna razón me dió un escalofrío cuando dijo eso.
Seguimos hablando hasta que llegamos.
Nos fuimos cada quien a nuestro salón.
Cuando llegué a mi salón vi que alguien estaba sentado en mi lugar, nunca lo habia visto pero no por eso iba a dejar que se sentara en mi lugar, entonces dije:
– Amigo ese es mi lugar
– Ah si, lo siento
– No te preocupes
– Soy Damian– dijo mientras me extendía su brazo
– Christian– dije mientras le daba un apretón de manos
– Siento haberme sentado en tu lugar es que es la única banca para zurdos que ví
– Ah entonces sientate, yo soy ambidiestro
– Gracias, muy amable
Esto ya se me hacia muy raro, primero mis venas, luego mi madre, y después dos personas me hablaron cuando nunca nadie me habla.
Después de la escuela llegué a mi casa y nadie estaba, se me hizo muy extraño porque siempre hay alguien en la casa, si no es mi madre cocinando es mi padre trabajando.
Me dió hambre así que fui por algo de comer a la cocina hasta que me di cuenta que en el refri había una nota que decia lo siguiente:
Hijo sé que probablemente te preguntes donde estoy y no te puedo decir, aunque te enterarás muy pronto y sé que empezarás a ver que tienes dones diferentes a los de los demás y no podrás seguir llendo a la escuela porque correrás un peligro inminente, por favor cuidate, no puedo seguir escribiendo, adios hijo, te adora tu madre.
No sé porque si debería estar en un momento de extrema tristeza, no siento nada es como si me hubieran quitado ese sentimiento o algo.
Después cuando fui a hacer tarea encontré una nota de mi padre en el escritorio que decía:
Voy a comprar cigarros.
Entonces empecé a llorar como si no hubiera un mañana por que me había quedado sin padres y ya no tendría ningún tipo de afecto paternal y me sentía muy triste.