La tercera hija de los Greene /Carl Grimes y tu/

Hermanas

Narra ____

Abrí los ojos lentamente, la luz del sol hizo que los volviera a cerrar. 

  —¿___?...  —escuche decir de Carl 

Abrí mis ojos y me encontré con Carl quien no dejaba que el sol me molestara

—¿que paso?  —pregunte y me senté en la cama 

—te desmayaste, estabas débil ya que no te curaste a tiempo  —apunto mi pierna y vi que estaba vendada 

—¿cuanto llevo así?  —pregunte 

—2 días  —contesto 

—¿y Maggie?  —pregunte y en eso abren la puerta 

Carl y yo volteamos a ver y vi a Maggie quien me observo con tristeza 

—las dejare solas  —dijo Carl y se fue de la habitación dejándonos a Maggie y a mi a solas 

—___...  —susurro ella y se sentó a mi lado 

—perdón  —la abrace pero ella no me correspondió 

—____... me iré con Glenn a Washington  —soltó y yo la deje de abrazar, la mire con cara de "¿QUE?" y ella solo soltó una lágrima 

—no...  —susurre 

—no te separare de quienes tu amas  —hablo mirándome a los ojos 

—pero tu formas parte de esas personas, tu, mi hermana, quien me cuido desde que esto comenzó, con quien se que siempre podre confiar, la persona que me hace bromas, mi hermana mayor, mi segunda madre  —dije con lágrimas en mis mejillas 

Maggie no dudo ni un segundo y me abrazo 

—adiós ___...  —me dio un beso en el cachete —te amo  —me dio un último beso y se fue de la habitación dejándome sola llorando 

Llore sola por unos minutos, sentía que le había fallado a Maggie, ella era mi hermana, no podía abandonarla después de todo lo que pasamos. 

Decidida me levante de la cama y salí corriendo de la iglesia, al salir un autobús se estaba alejando camino a la carretera 

—¡¡MAGGIE!!  —grité con lagrimas —no te vayas... iré contigo  —dije y me tire el suelo, me tape la cara con mis manos y comencé a llorar de nuevo

Ella no me había escuchado, se había ido, tal vez para siempre... 

Sentí unos brazos abrazarme por la espalda 

—___...  —escuche de la voz de Carl 

—la abandone, se fue...  —susurré sin quitar las manos de mi cara 

—no digas eso, ella te ama  —trataba de tranquilizarme el chico de ojos azules 

—soy una estúpida, debí haber ido con ella  —quite mis manos de mi cara, me di la vuelta y abrace a Carl hundiendo mi cara en su cuello 

—si tu te ibas... yo me quedaría solo  —dijo y me quede callada por unos segundos  

—no digas eso  —dije sin apartarme de el 

—es verdad, cuando nos separamos en la prisión... me sentía solo... la segunda persona de la que hablaba eras tu  —admitió y yo no dije nada

No sabía que decir... 

Me separe de el y sin pensarlo le di un pequeño beso un poco cerca de los labios, me levante y me fui corriendo de vuelta a la iglesia.

Entré a la habitación, me acosté en la cama, cubrí mi cabeza con la sabana y cerré los ojos