Enamorada De Un Idiotaℹ[+18](EDITANDO)

¿En serio Noah? Ni tu te crees eso JA JA

Noah

Faltaban dos días para el cumpleaños de Madison y estaba muy indeciso si el cachorrito que le había comprado le iba a gustar.

No había hablado con ella por texto desde aquella noche, en la que tome el valor de decirle "ojitos lindos". Es que definitivamente tiene los ojitos más lindos que he visto, siento que me pierdo en ellos cuando los veo.

Sin embargo, esta semana todo había estado "normal", ella no le hablaba a Mario, y en el fondo me sentía felíz por ello, ella era una chica dulce, extrovertida, y él estaba consumiendo todo eso de ella. El estaba haciendo que Madison perdiera esa chispa que ella tenía. El no la valoraba, siempre se la pasaba engañandola, en la escuela pasaba rodeado de chicas, y Madison estaba consciente de ello, la verdad creo que en el fondo ella no quería creer como era en realidad Mario, así que sí, me alegra que lo haya dejado y no le hable más.

Y no, no me gusta Madison, solo es que siento que ella merece mucho más que Mario, y la aprecio demasiado. -¿En serio Noah? Ni tu te crees eso JA JA- estúpida consciencia

Está bien, quizá si me guste un poco Madison, pero no creo que el sentimiento sea mutuo. Como sea, cuando estoy cerca de ella me cuesta controlarme, y la verdad no quiero arriesgar la amistad que tengo con ella, por mis tontos sentimientos.

*****
El día de su cumpleaños llego, y me sentía nervioso, no tengo ni la más mínima idea de por qué. Nos habíamos puesto de acuerdo con los chicos en ir a darle una pequeña sorpresa antes de su gran sorpresa que su padre tenía para ella y así fue.

-O por Dios, son las llaves de un auto—miro a su padre sorprendida y luego a nosotros. Nosotros ya sabíamos la sorpresa, Caroline nos lo había dicho, ya que ella es su mejor amiga y el padre de Madison le había consultado que cómo le parecía la idea de un auto como regalo.

— ¡Sorpresa! Dijimos todos en unísono. La mirada de Madison era indescriptible.

-Ahora si, podre darle uso a mi licencia de conducir -dijo emocionada

-Y en el auto hay unas sorpresas más -dijo su pasre siendo interrumpido por la madre de Madison.

-Que espero que te gusten hija -dijo entrando la madre de Madison -Feliz cumpleaños nena

-Oh, gracias mami -corrio a abrazarla.

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Madison

Nos dirigimos con los chicos al auto, y cuando lo abrí quedé impresionada. Estaba lleno de bolsas de ropa, cajas de zapatos y ¡Esperen! Es esa caja lo que creo que es!!!!!

Un iphone....

-No puedo creerlo- dije agarrando la caja de lo que parecía ser un iphone. Era la única del grupo que no tenía uno, pero es que la verdad no soy muy fanática de pedirle a mis padres estos lujos, aunque se que ellos sin molestias me los dan. -Por fin, tengo uno, y sin pedirlo- dije abriendo la caja y observando la majestuosidad de mi nuevo Iphone 7 rosado.

-Ahora si no habrán pretextos de "mi celular mucho se traba y por eso no respondo los mensajes" Madison -dijo Diego mientras soltaba una carcajada.

-No seas odioso Diego, en serio no respondía por eso. Mi celular se traba demasiado y me daban ganas de estrellarlo contra la pared

-Bien, entonces espero que ahora si me respondas rápido- dijo riendo

-Yo también- respondió Noah, mirándome a los ojos y sonriendo se una manera ¿retadora?. No entendí su mirada, lo que si entendí es lo nerviosa que me pone cuando me mira

Entramos a mi casa, y los chicos me ayudaron con las bolsas. Pasamos la tarde hablando, salimos al parque, fuimos por helados y pase hablando un buen tiempo con Noah, mientras estabamos en el parque. Siento que nunca habíamos tenido una conversación formal como la de ahora.

Juro que Mario parecía que iba a matar a Noah con su mirada.

La noche cayó y fuimos a mi casa, solo estábamos Caroline y yo, los chicos ya se habían ido.

Estábamos en mi cuarto cuándo

-Madison- oí que me hablo mi padre

-Si? -respondí saliendo de mi cuarto

-Necesitamos que Caroline y tu bajen

-Ya vamos- le respondí

-¿Qué querrán hablar? -Caroline pregunta llegando a mi lado.

-No tengo idea, bajemos a ver que sucede.

Caroline y yo estábamos mudas ante la noticia de mi padre y madre, teníamos que estar soñando, esto no podía ser realidad.