La ilusión,
Heavenly,
solía ser tu mejor aliada,
tu última esperanza,
tu suspiro después
del susto,
la lágrima nunca llorada,
y la sonrisa siempre esbozada.
Me gustaba ver tus ojos
brillantes,
al ver el amanecer,
con la ilusión de un nueva día.
Sí, un nuevo día.
De sufrimientos,
por los delirios que siempre tuviste.
Por la ilusión,
en la que siempre viviste.
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Heavenly
PoetryMuñeca de porcelana, de boca pequeña y mentiras llena. Chica de cajetillas vacías y pulmones jodidos. Oh, Heavenly. Ojeras infinitas y desprecio mío merecido.
