El barco de papel

1.6K 74 32
                                    




El barco de papel

 Por: Nana Girona 

"Queríamos probar lo que se veía a simple vista, y chocamos con el alma gemela en el momento más vulnerable"

-M.





1ª edición: 20 mayo 2016

2ª edición: 10 junio 2016

Reservados todos los derechos. No se permite la reproducción total o parcial de esta obra, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio (electrónico, mecánico, fotocopia, grabación u otros) sin autorización previa y por escrito de los titulares del copyright. La infracción de dichos derechos puede constituir un delito contra la propiedad intelectual.

© Anays Girona Pérez

El barco de papel by  is licensed under a http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/

Créditos

Fotografía: Anays Yanil Photography

www.facebook.com/anaysyanilphotography

Sugerencias o comentarios:

PO BOX 588 Sabana Hoyos PR 00688

girona.anays@gmail.com

Agradecimientos

A todos aquellos que han puesto algo de fe en mí, aquellos que han estado en los malos momentos y ahora celebran los buenos. A quienes me lee, a mi musa que me ha regalado esta historia. A todos aquellos que día a día construyen un barco de papel, porque nada se pierde intentando.  Simplemente hay historias que se graban en la piel, y esta es una de ellas. Gracias por formar parte de este sueño que hoy es real.


                                                                                El barco de papel

     Despertó con el deseo en el pecho, los latidos acelerados, palpitaciones estratégicas. Tenía una cita con la pasión y su cuerpo no aguantaba las ganas. Llovía, hacía frío, era un día normal. Caminó hacia el baño, se detuvo, se mordió los labios, la expectativa se asomaba. Él jamás la había tocado, pero sus palabras, el solo decirle lo que pensaba la tenía en guardia, lista para recibir lo mucho o lo poco que tuviera para darle.

     El cosquilleo aumentaba mientras se acercaba la hora, el día también tenía prisa de verlos. Ellos, lo que jamás hubiera pasado por la mente, tan separados por el tiempo, por los malditos años que le jugaron la trampa de atrasar o adelantar su encuentro. Pero ese día era perfecto, porque no tenían miedo, no tenían conciencia, no tenían memoria. Ese día solo vivirían sin importar qué pasara después.

     La adrenalina del momento, ese saludo casi forzado, los nervios que los mataban, las manos que temblaban, el plan perfecto para no ser descubiertos. Nadie quería romper corazones, no era necesario echar tantos años por la borda, ni él quería perder su vida perfecta, ni ella quería comprometer su libertad. La habitación escogida, el aire cargado, la cama lista, los espejos esperando reflejar el suceso. 5 minutos de preparación, pues la primera impresión es lo que cuenta. Y estaban de frente, sin nada más que un poquito de tela que les separaba las pieles.

     Comenzó la vida misma, sorprendiendo cada esquina de su ser, recostando un saco de huesos en la cama y sacando suspiros de placer. Su boca, esa boca que solo de lejos había podido observar, imaginando su roce tras cada palabra, ahora estaba allí, tan cerca, tan suya, tan húmeda, tan aventurera. Su recorrido causando escalofríos, primero en su cuello, luego en su boca y sus ojos de repente posados en los de ella, y se perdió, nunca había visto el deseo tan de cerca. Era como si ardieran, como si quemara la piel y surgía la urgencia y se olvidaban el tiempo. El sudor que los bañaba y las manos que enloquecían, ella se entregó y el deseo se hizo carne. Se consumieron hasta los pensamientos, hasta que ya no pudieron más y no había más remedio que quedarse paralizados en la cama, mirando al vacío, recordando el pasado que había sido un minuto atrás. Luego las palabras sobran, pero son necesarias, hay que hablar, hay que explicar, hay que recordar. Quizás eso era una carta del destino, una de esas que nos hacen creer que tendremos la menor jugada y al final a todos nos toca perder, pero es parte de la vida, es un juego y ya habían comenzado a jugar.

El barco de papelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora