1. La venganza y una confesión sin aviso.

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-Sam...-no responde, maldita vaga- Sam despierta!!!- le grite en su oído, llevo una hora llamándola.

Es de dormir muchísimo, en las películas es la primera que se duerme y al día siguiente es la ultima en levantarse o yo soy muy enérgica o esta chica es demasiado vaga.

-shhh, déjame dormir- dijo para taparse hasta la cabeza con la colcha. En mi dormitorio ella tenia su cama propia para cuando se quedaba a dormir, que era muy seguido. 

-o te levantas o te levanto y no querrás saber como- la amenace. Ella me conoce sabe que si lo hago a mi manera no sera de una manera agradable.

-ok ok, estoy despierta- dijo levantando una mano y apoyándose sobre su codo para verme. Trate de mantenerme amenazante pero es imposible cuando la veo con la pintura corrida, un hilo de baba a un lado y el pelo echo un nido de pajaros.

-genial, te quiero en media hora en la cocina para el desayuno pero antes te aconsejo que te des un baño, eres un asco- le informe a lo que ella me levanto su dedo medio, encima que la ayudo a evitarse una humillacion.



Resulta que con mi mejor amiga una vez a la semana hacemos una piyamada, todas las fuckings semanas, suelen ser los viernes por que al día siguiente no tenemos clases. Miramos películas, cantamos, bailamos, en fin cosas que se hacen en las piyamadas. Muchas chicas de nuestro colegio quisieron sumarse a nuestra pequeña reunión femenina por solo un motivo....El gigantesco salón audiovisual que tengo. Todo gracias a mis padres que me lo hicieron como sorpresa para mis quince años. Ayer no era noche de piyamada pero igual nos acostamos tarde y he aquí el resultado, una Sam dormida y una mejor amiga con ganas de asesinarla. 

-listo, recuerdame para la próxima no tomar alcohol y menos si después me quedo a dormir en tu casa. Sos peor que un dolor de ovarios- me dijo tomando su lugar en la mesa para comenzar a desayunar y yo me limite a sonreír y tirarle un beso.

-Hoy tenemos que llegar al colegio temprano, recuerdas?- la vi pensar en lo que dije y claramente, no, no se acordaba- Rose?- parece que se le prendió la lamparita.

-yo no estoy muy segura de eso.- dijo y ahora si estaba confundida. Ella fue la primera en la idea de vengarnos de Rose por acusarnos a Sam y a mi de ser novias. 
Un día estábamos con Sam en hora libre y a ella se le ocurrió pasar el momento en el jardín del colegio que es bastante grande. Ese día había un viento de la madre cosa que provocaba que se nos vuelen los pelos para todos lados, imposible ver con facilidad y mas teniendo el pelo largo como ella lo tiene. Bueno, estamos hablando de cosas triviales cuando a Sam algo (que hasta el día de hoy no sabemos que fue) se le metió en el ojo izquierdo. Empezó a moverse para todos lados y yo no sabia que hacer, hasta que sin mas me anime y le tome el rostro para ver si podía sacarle,  lo que sea que se le metió, dentro de su retina. Y ahí fue cuando la zorra de Rose para molestarnos tomo una foto y se encargo de esparcirlas por todo el instituto. La situación en si era confusa, yo tomándole el rostro a Sam y estamos demasiado cerca. Todos creyeron que Sam y yo eramos pareja. 
Después al final se fueron olvidando del asunto y la verdad que a mi me importa un carajo lo que los demás piensen pero eso no quita que Rose se metió conmigo y con mi mejor amiga. No sabe lo que le espera.

-ahora te arrepentís?- pregunte con claro enfado, ya estaba todo encaminado, no era momento para echarse atrás.

-es que lo que sucedió fue hace tres semanas, ya nadie habla de eso- dijo y en si tiene razón pero en su momento no pude vengarme por que la tanga floja (Rose) se fue de viaje con sus papis. El momento es ahora.

-bueno si tu no quieres, lo voy a hacer sola.- voltee dándole la espalda.

3..2..1...

-ok ok te voy ayudar- dijo al fin y sonreí satisfecha.

Perdiendo la cabezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora