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All my friends tell me I should move on

I'm lying in the ocean singing your song.

Todos mis amigos dicen que debería seguir adelante.

Estoy en el océano cantando tu canción.

Cinco meses habían pasado desde la ultima vez que estuvo en ese lugar, en esa casa que había compartido con la persona a la que más amaba. Y tan solo el estar frente a la puerta de su hogar, le causaba un dolor tan profundo que le debilitaba las piernas y le hacia querer marcharse de ahí, pero era hora de afrontar lo que había sido su hogar por mucho tiempo junto a TaeMin. Suspirando, ingreso la llave que tenia mucho tiempo sin usar y la puerta de inmediato se abrió. El, se quedo parado sin atreverse a dar un paso dentro de ella. Desde el principio hasta el final, era un recuerdo de lo que ellos habían sido, de cuando el seguía a su lado. El perchero mantenía sus abrigos en el y un conjunto de llaves. Las imágenes no tardaron nada en llegar a su mente.

- ¡Minnie no te olvides del abrigo!

No importaba que su novio tuviera ya 22 años, para el seguía siendo aquel pequeño con cabello de honguito que protegería de todo tal como se lo había prometido una vez. Y a pesar de las quejas y pucheros que este le hacia para que dejara de tratarle como un niño, a el le resultaba imposible. Por lo cual, no lo dejaría salir sin abrigo, mucho menos siendo una tarde tan fría como la era.

Claro que su novio acato esta vez la orden sin quejarse ni replicar y sabia la razón, se moría por ir a ver esa nueva película que apenas habían estrenado en el cine. Cuando le había dicho que irían, el menor casi se pone a saltar por todos lados de la emoción, estaba feliz y verle así le ponía igual.

Antes de que ambos salieran, le sujeto por su cintura, dedicándose a mirar aquellos ojos infantiles. Su TaeMín era una persona madura y seria cuando se requería, sin embargo en momentos así, donde no podía contener su felicidad, parecía el niño más adorable de todos. Le enamoraba cada vez más. Beso sus labios de manera corta, tan solo un pequeño contacto para finalmente entrelazar sus manos y salir de su hogar, su dulce dulce hogar.

Sintió sus ojos escocer ante ese recuerdo. No importaba cuantas veces sus amigos le dijeran que debía seguir adelante, que debía dejar de pensar en el. Le era imposible, no podía. Simplemente no. Sin embargo, respiro profundamente de nuevo. Apretando sus ojos he intentando contener esas lágrimas, adentrándose por fin en ese lugar que había perdido la calidez que le caracterizaba. Ahora era frió y sin vida, a pesar de todos los tiernos recuerdos vividos en cada una de sus habitaciones.

Se saco los zapatos y los dejo en la entrada, cerrando la puerta tras de el. Se quito el abrigo y la bufanda, dejándolas en el perchero. Le fue casi inevitable tomar el que pertenecía a quien se había apropiado de su corazón desde el momento en que le vio por primera vez. Le apretó entre sus manos, aun tenia su olor, su dulce esencia que no importaba a donde fuera siempre quedaba un rastro de el.

Loving you forever can't be wrong

Even though you're not here, won't move on.

Amarte por siempre no puede estar mal

Dark Paradise | 2MINWhere stories live. Discover now