Aquella tarde lluviosa después de un día laborioso el Joven Francisco se retiraba de su pequeño taller de relojería que su padre había manejado antes, cruzó enfrente del taller de arte de su pequeña hermana Mariana, se asomo por la venta sin descubrir señales de actividad. entonces prosiguío con su camino al hospital. Su padre dejaría este mundo en poco tiempo pues su corazón ya no podía dar mas, aún así con su padre agonizando el pasó toda la mañana hasta medio día trabajando, pues el siempre honraría la promesa que hizo con su padre de siempre ser puntual con sus clientes en el taller, la puntualidad era esencial en la vida de un relojero , tardó un rato en llegar al hospital, salio sin su paraguas y su ropa estaba empapada podía sentir el agua en su espalda que adhería la ropa a su piel y lo hacia sentir incomodo.
Ese día había comenzado soleado pero mas o menos a las once del día las nubes grises cubrieron el cielo y claramente se podía ver como el color y la esencia de la primavera se veía opacada por una fuerte tormenta que venia.
Francisco era Hijo del Señor Roberto Amezcous un Honrado relojero que se casó con una dama muy refinada, con ella tuvo dos hijos Francisco que ahora tenia veintidós años y Mariana que apenas cumplía los dieciocho .Francisco era un Hombre fuerte muy paciente ,serio y corazón noble.Sus ojos eran cafés claro y con el reflejo de la luz se veían aún mas claros, cuando estaba triste y sus ojos se humedecían se tornaban amarillos, y entonces el empuñaba una mirada verdaderamente firme e imponente .toda su vida la había dedicado a ser una gran persona para todos pero a esa edad se sentía muy solo, y el pueblo era muy pequeño y todas las mujeres lo consideraban un raro. para ellas era solo un hombre solitario y sin remedio rodeado de trabajo, pero de verdad nadie conocía su verdadero potencial, su corazón frío y solitario anhelaba amar!.
A las dos de la tarde llego al hospital de San Carmen en las afueras de la ciudad, donde se encontraba su padre.Se dirigió al ascensor con un paso lento, tocó el botón del ascensor y lo dejó húmedo, sus dedos estaban fríos y apenas los sentía, esto era terrible para un relojero ya que su vida depende del trabajo que tiene arreglando relojes en el cual principalmente usa las manos. cuando el ascensor empezó a bajar se escucho un tremendo sonido mecánico , en estas épocas esas cosas "modernas aún no eran refinadas.
Al entrar en el ascensor presionó el botó al sexto piso y todo el pesado mecanismo de acero empezó a funcionar, para un tiempo muy poco compleja había uno que otro buen invento pues no se puede especificar la época en la que ellos vivían, aparte las supersticiones y la magia eran muy comunes y casi reales al igual que ese deseo de algunos hombres de innovar y de crear maravillas tecnológicas.
Para el todo era igual, magia ,tecnología..l el solo pensaba en el trabajo y en el tiempo , desde pequeño a Francisco le fascinaban los relojes, eran tan exactos y complejos llenos de misterio y de mecanismos curiosos, resortes, engranes, tornillos y demás el tiempo el lo veía no como una linea ni como una parte de la vida, el creía que el tiempo era una persona e incontables veces dibujo el "tiempo" y se lo enseñaba excitado a su padre, que al verlo le trataba de explicar que así no era por lo tanto después de una gran desilusión, a esa corta edad el perdió su inocencia.
Cuarto veintitrés decía la pequeña nota que le había dejado Mariana en la mañana, su letra era verdaderamente bien hecha, pero con el agua se había corrido la tinta y era apenas legible, tocó suavemente la puerta, el sabía que a su padre no le agradaba que la gente llegara, y bruscamente tocara la puerta.
Mariana Abrió la puerta, lo vio con una mirada severa. Mariana Amezcous siempre había sido muy alegre y gentil , su padre le repetía a menudo que se parecía increíblemente a su madre, además siempre que lo decía le besaba la frente y le desarreglaba el cabello dejándolo muy alborotado, la reacción de Mariana siempre era negativa, pero muy tierna que ella intentase ser mala con su padre siempre se le salia una que otra risita inocente, ella era alta con cabello lacio y café como el tronco de un árbol que apenas tiene pocos años de edad , con unos ojos que reflejaban la inocencia de una niña.
Después de un corto momento de silencio Mariana dijo en voz alicaída :
-Esta agonizando..
-¿Y cuando le queda? dijo Francisco con firmeza pero en su interior se derrumbaba de tristeza.
-Los médicos no saben y.. y..
- ¿ y...? ¿Que pasa?
Mariana lo abrazó fuertemente en medio de llanto y apenas podían entenderse sus palabras Francisco se sentía abrumado y por medio del abrazo lograba reconocer una inmensa tristeza en el corazón de Mariana, lo cual lo deprimía , la actitud de Mariana que el conocía era alegre como una niña y muy optimista, pero en este momento estaba rodeada de bruma.
-Calma pequeña Mary... tarde o temprano pasaría.. recuerda que nada es verdaderamente eterno.Dijo Francisco con seriedad y un poco de tristeza.
-Lo sé Paquito! pero no quiero que nuestro papá se vaya, no como Mamá...
-Mary.. Mamá nunca se fue, esta en tu corazón, en el mio y en el de nuestro padre..
-Bueno, deberías verlo estuvo esperándote toda la mañana...
Mary se movió de la puerta y dejo libre el paso a Francisco que caminaba con lentitud... su habitación era blanca casi estéril , con un aroma a esperanza y comodidad, tenia una pequeña ventana que miraba hacia el patio donde los niños en recuperación jugaban a la pelota.
-Francisco... ¿que te he dicho de se puntual? dijo su padre con voz grave y débil.
-lo siento padre, ¿pero quien atendería el taller?
-lo sé, lo sé..
hubo un silencio severo y después de el, el Señor Amezcous dijo:
-Mi tiempo ha llegado, me encontraré con su madre, mi reloj tiene un engrane roto... y ya no podrá funcionar mas... ahora ustedes deberán superarse y seguir adelante, cofff!!
Tosió fuertemente y expulso un poco de sangre.
-Adiós.. Nunca deben dejarse vencer hijos mios...
-NOOO!!!!- gritó mariana mientras se abalanzaba sobre su padre.
- Papi, saluda a mamá por nosotros... sniff sniff...
-Francisco... ughh, Cuu.. Cui.. Cuida a tu hermana...
-con esta frase su corazón se detuvo y sus ojos se cerraron lentamente, Francisco dijo en voz tenue:
-Lo prometo...
- Diez días después fue el entierro del señor Amezcous, debajo de un gran roble, donde también estaba su querida esposa Sofia,
La noche cayó y solo quedaban Mariana y Francisco parados enfrente del Roble... mientras el sol se ocultaba los dos hermanos se abrazaron y con paso lento fueron a casa.
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La Dama de Porcelana
FantasyUn Hombre Solitario Encuentra el Amor verdadero en su trabajo como relojero , Ya que el Construye a la mujer ideal, pero hay un pequeño problema púes la mujer que creó no puede sentir el amor... El hombre huye decepcionado. pero la Dama emprende un...