Sonó la campana y todos los de la clase salieron.
-¡PEASLY!-Dijo Peyton, su mejor amiga-¿Que quieres?-Respondió esta
-Necesito decirte algo, pero es muy importante.-
-¿Qué es lo que sucede?, pasa algo malo?
-Bueno.... Em .... Si es muy delicado.
-Puedes contarme lo que quieras ¿Sabes?, puedes confiar en mí.
-Gracias amiga, lo sé... Es.. bueno, pues mi madre... ¿ Recuerdas que mi madre estaba enferma?
-Si, ¿Ella está bien?
-Bueno, no exactamente.
-¿Está peor?
-Si, y bastante- se largó a llorar
Peasly corrió a abrazarla, y le acarició el pelo
Tranquila.-La consoló-Ella va a mejorar
-No lo creo- dijo entre sollozos- Está muy mal.
-No pienses eso, se optimista
-Lo intentare- dijo tratando de dejar de llorar- Bueno, vamos a recreo, que tengo hambre.
-Claro.-Dijo Peasly adoptando un tono alegre-Iré a guardar mis libros, nos vemos en el patio.
-¿Qué es esto?- se preguntó mientras veía un papel que estaba en su casillero-Es una carta anónima.
Peasly vio a sus alrededores pero no vio a nadie, abrió la nota y la leyó
-Querida peasly, eres la persona más bella de este mundo, eres como la risa en un día triste y aburrido, eres todo lo que hace que mi mundo sea bueno, eres la brisa en un día de verano, Peasly eres mi Julieta, y espero y me gustaría ser tu Romeo.
Te quiere
-AnónimoAl leer la carta Peasly quedó paralizada, nunca nadie le había dicho algo así, quería saber quién era "Anónimo", también le pareció que este leía, ya que recitó frases parecidas a las de unos libros, eso la cautivo más a investigar quién era. No sabía si decirle a Peyton, era algo más en que pensar, ya tenía suficiente con lo de su madre.
Se fue a su casa y guardo la nota del "Anónimo" en una cajita, deseando recibir otra. Y se durmió pensando en quién podía ser.