Ambos cuerpos, agitados y agotados.
Ella suspiraba y pedía más, mientras él negaba con su cabeza jadeando del cansancio.
Simplemente no podía arriesgarse, ni mucho menos a la mujer que amaba, su pierna metálica no soportaría más que aquello que le había regalado.
Eso se llamaba amor eterno, o como muchos le decían...virginidad.-Poeta Yesta-
#UniónDeMemorias.
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Hilo Rojo En Tus Ojos
Poetry"Con la posibilidad de que todo cambie y dé un giro rotundo" -Poeta Yesta- [29/5/16]