UNA VISITA

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-¿que? dije mientras despertaba de golpe

-¿qué hora es?- buscando mi teléfono mire la hora 02:00 am

-qué raro pensé que era más tarde ¿un maullido de dónde viene?-un rayo volvió a iluminar mi cuarto pero en el árbol que estaba alado de mi cuarto note la sombra de un gato pequeño así que me dirigí a abrir mi ventana para permitir que el gato entrara y pudiera estar calientito no me importaba lo mojado que estará así que agarre una toalla y le llame

-bishu bishu ven gatito no te hare daño-al parecer creo que me entendió, el gato salto a mi cama sorprendida le puse la toalla encima y prendí una pequeña la lámpara que se encontraba el mi buro alado de mi cama

-¿pequeño amiguito de dónde eres? ¿Te escapaste de tu casa o algo así?- el gato me miró fijamente

-un gato negro con ojos verdes-dije mientras lo secaba

-qué raro dime ¿te quedaras conmigo? si es así y puedes entenderme mueve tu cola o has algo o... ¿talvez tienes dueño? mmmmm si es así no hagas nada y a continuación el gato se paró y se sentó enfrente de mí y me abrazo y le devolví el abrazo

-te llamare obscuridad-aunque siendo sincera no sé de donde saque ese nombre ni estaba segura que fuera el adecuado pero apareciste justamente en un momento difícil para mí y lo único que me acompañaba en este cuarto era la soledad y la obscuridad

-¿debes de tener hambre no es así?- me lo quite de encima y me puse mis pantuflas favoritas de conejo y salí de mi cuarto lo más silencioso que podía para no despertar a mi madre, abrí el refrigerador y saque un poco de leche

-puffff mañana tengo que comprar un sobre de croquetas-me dije mientras caminaba de vuelta a mi cuarto al llegar a la puerta de mi cuarto note que el gato no estaba en la cama

-rayos alguien más que desaparece y me deja sola- decepcionada me senté en mi cama mientras suspiraba y dejaba la leche en el piso algo empezó a acariciar mi pierna

-que demoni...me dio un escalofrió y justamente cuando estaba a punto de gritar

-miau

-owww eres tu pequeño amigo me espantaste te traje un poco de leche- apague la lámpara me acosté otra vez mientras miraba al techo el gato se subió a la cama y se acostó a mi lado y los dos nos quedamos dormidos al fin tranquilos entre las cobijas calientitas y la lluvia

estelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora