*Hablando con mi psicólogo*
-Y Cuéntame, ¿cómo estas?
-Encerio, ¿le respondo?
-Bueno, no es necesario, pero respondeme algo, ¿Cuando fue la última vez que te autolesionaste?
-Bueno, esta mañana...
-¿aún sigues así?
-De echo, tome un papel y un pincel, dibuje todo lo que pensaba y lo que sentía.
-¡Oh! genial! esa es una excelente terapia , me alegra demaciado que hallas pensado en eso...
-Si...pero el problema era que ese papel era mi brazo y el pincel una navaja. El único problema es que aunque seas una excelente Psicóloga jamás podrás reconocer unas palabras suicida.
*se levanta de la silla y se retira*