2. ¿Ellos Te Hacen Eso?

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Me fui a  casa temblando.

Hable con mi  crush...

Es un término algo cliché, pero el adecuado.

Llegue al puerta de mi casa debido a que el chófer de mi casa vino por mi.

- hola Padre - le dije con la esperanza de que me contestará.

- ah, hola hija -  me dijo aún mirando los papeles que sostenía enfrente.

Al fin me hablo, se dio cuenta que existo.

- ¿y mamá? - le pregunté.

- no lo se.- otra vez, su indiferenciae dolía, ¿por que no podemos ser una familia normal?.

Sip, Thomas Jones es mi padre, somos la familia más rica después de los Collins.

Mi querido Jeyden al igual que yo, somos millonarios.

Me fui a mi habitación, con la esperanza de dormir un poco, y relajarme, por que mañana seré un manojo de nervios, frente a Jeyden.

***

Me desperté con la alarma, la verdad casi nunca duermo pero enserio que me sentía cansada.

Me levante, a regañadientes, y fui a ducharme, luego me vestí, me puse unos jeans negros, una camisa de Artic Monkeys, y amarre mi cabello, como costumbre en un moño, y me coloque mi gorro negro encima, finalmente me puse mis anteojos, y decidí verme bien para Jeyden así que me aplique un poco, solo un poco, de brillo rosa en los labios.

Baje las escaleras y vi a "mamá".

Esta me miro con una mirada desaprobatoria.

-¿no puedes ser más femenina? -  me dijo, despectiva.

- Buenos días Stephanie, un gusto que le hables a tu hija- dije, con una sonrisa sarcástica, al igual que mi tono.

- niña, malcriada -  me dice.

- como sea- dije, indiferente.

Salgo de la mansión que tengo por casa, y le digo a Smith que me lleve al colegio.

***

Llego al colegio, y lo único que pienso es Jeyden.

Veo otra vez mi horario asegurándome que no estoy loca, y si, en efecto, tengo química a la primera hora.

Para comenzar el día, la cara de Jeyden me lo alegra.

Oigo el timbre, y doy gracias que la arpía de Bethany, no se me aparezca.

Veo mis brazos aún siguen con esas marcas, hechas por la fina hoja de la Gillette, por los momentos en los que nunca pude ser fuerte, y enfrentarme a los problemas.

Doy un largo suspiro, poniéndome una chaqueta de cuero negra, para tapar todo aquello que me atormentaba sin que nadie se de cuenta.

- a nadie le importo... - dije casi inaudible.

Ya era tarde para ir a la primera clase, así que corrí, sentí como las gotas, se deslizan sobre mi mejilla.

Un moviendo brusco, hace que yo levante la mirada.

¡Carajo!, ¿enserio?, ¿Jeyden?.

-lo lamento -  digo.

- oh, hola Sam.- me dice sonriendo, pero su sonrisa se borra, al ver mi rostro lleno de lágrimas.

- ¿que te sucede? - me pregunto.

- nada -  le digo, sonriendo, pero más que sonrisa parece una mueca.

The Shadows©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora