Capítulo 4: Elisabeth

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CHARLA CON ELISABETH CAMBIADA AL ENTRAR PABLO.

Ha llegado la hora de darle frente a la persona que ha ayudado a Ulises. Estoy seguro de que ella le ha ayudado hasta tal punto de dejarme en el estado grave en el que estaba. Cuando Harry me enseñó su imagen, el recuerdo volvió como una aguja perforando todo lo que encuentra. Es como si hubiera vuelto al pasado y lo hubiera vuelto a vivir.

Salgo de mi habitación preparado para lo que llevo esperando desde que Harry me lo contó. Vamos, desde ayer. Al salir veo a mi madre y ella me mira un poco preocupada por algo. ¿De verdad puede pasar algo malo en una comisaría? Debe de ser un lugar de baja seguridad, porque si ella está preocupada es que algo malo, pero que muy malo, va a pasar.

-Mamá, no te preocupes -le digo mientras me acerco más a ella-, estaré bien. Volveré de una sola pieza sano y salvo, sin un rasguño.

-Lo sé, pero sigo pensando que no debes ir.

-¿Crees que me puede pasar algo?

-¿Que te pase algo? ¡Pues claro! ¿Y si te coge y después te arranca los sesos? No estoy lista para perder a mi hijo.

-Eres una exagerada, no me puede hacer nada. Ahora voy a salir por esa puerta y dejarás de preocuparte.

-Lo intentaré -dice respirando tranquilamente.

Ya terminado con esto de respirar, me voy a la puerta y la abro para salir a la calle. Fuera me esperan Harry y Pablo para ir a la comisaría. Pablo ha insistido bastante en venir, ya que quiere protegerme de aquella mujer. No soy flojo, ya veis lo que pasó hace unos meses.

Subo al coche en el que ha venido Harry y nos ponemos de camino a la comisaría. Seguramente la chica tendrá la misma mirada. Esa que transmite odio por donde quiera que mire. Sus ojos son dos pozos sin fondo de ánimo. El coche se pone en marcha a la comisaría de policía, donde podré ayudar un poco a lo que quiera que hagan con ella.

Pablo, a mi lado, me coge de la mano y me la aprieta suavemente para no hacerme daño, dándome seguridad y apoyo. Lo amo lo bastante como para saber que está bastante preocupado, tanto que se pondría en mi lugar. Pero no debe preocuparse.

-Pablo, sé que estás preocupado, pero deja de estarlo, por favor.

-No puedo, temo por que te haga algo.

-No debes preocuparte -le dice Harry mientras conduce-, Elisabeth está atada a la mesa para que no haga nada cuando vea a Kyle. Fue idea mía.

-¿Y si se suelta? Conseguirá hacerle algo malo a Kyle y yo me quedaré pensando que no debería haberle dejado, que ha sido culpa mía y que soy un tonto. Me... -le interrumpo con un beso bien fuerte.

-Esto para que te calles ya. Te preocupas demasiado y te estás ahogando en tu propia imaginación.

-¿Acaso es malo preocuparse en estos momentos?

-Aunque estés muy preocupado lo haré y lo sabes.

-Lo sé, pero...

-Pero nada. Tú estate tranquilo que esa mujer no me hará nada.

Por el camino se queda callado mirándome de reojo, siento su mirada como si fuera su aliento en mi nuca. Llegamos a la comisaría y mis nervios me delatan. ¿De verdad quiero hacer esto? ¿Por qué me pregunto esto ahora? Mi mente me la quiere jugar en momentos como este. Entramos y vuelvo a ver el lugar donde me trajeron para hablar sobre Ulises, cosa que me dolió. Harry nos lleva al mismo hombre que me hizo las preguntas hace tiempo. Me sonríe.

¿Un Amor Real? 3: Vacaciones (Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora