Estaba en un bar con mis amigos de toda la vida, y con Louis, a él no podía considerarlo un amigo, no con lo que sentía por él. Estábamos bebiendo y cantando "Forever Young" todos juntos… Rememorando nuestros tiempos de secundaria, todos teníamos entre 20 y 22, trabajábamos… algunos hasta estaban casados. A mí la rutina me aburria, trabajo, impuestos, trabajar de nueve a cinco… Quería huir de esa realidad.
Eran cerca de las doce de la noche y Lou y yo nos encontrábamos hablando de eso, de todo.
-Wendy, escapa conmigo, sé que sueno como un loco, no sé qué es lo que me haces pero quiero ser tu última chance, una mejor realidad-dijo con un brillo en los ojos que me derritió el corazón.
-Louis, creo que has bebido demasiado-comenté riendo.
-Enserio Wendy, solo dilo y encontraré una forma de huir contigo-aseguró tomando mis manos entre las suyas.
Suspiré y me mordí el labio, lo que Louis me estaba diciendo era lo que quería exactamente.
-Pero no quiero cometer los mismos errores que mis padres…-murmuré mirándolo a los ojos.
-No los cometeremos-dijo muy seguro acariciando mi mejilla.
-Pero… ¿A dónde iríamos? ¿Dónde podríamos ser tan felices?-pregunté dudosa.
-No lo sé… En algún lugar en el país de "Nunca Jamás" -contestó con una sonrisa traviesa.-Vamos Wendy, puedo ser tu niño perdido… tu Peter Pan, tu "todo mucho mejor" plan-insistió.
Reí.- ¿Wendy y Peter Pan? ¿Nunca Jamás?-repetí divertida.-Estás loco Tomlinson.
-Sé que sueno como uno… y lo estoy por ti Wendy, no sé qué es lo que me haces, pero no quiero que lo digas-aseguró con una sonrisita acariciando mis nudillos con su pulgar.- ¿Qué dices Wendy? ¿Huyes conmigo a Nunca Jamás?
Una sonrisa estúpida se formó en mi rostro y asentí. No tenía idea de a dónde iríamos, ni qué haríamos… pero con él… no me importaba con solo tenerlo conmigo era feliz, que fuera lo primero que viera al despertarme y lo último a dormirme…
Sonrió ampliamente y me acercó a él, unió nuestros labios en un dulce beso. Rodeé su cuello con mis brazos acercándome más a su cuerpo. Tanto tiempo había soñado con este beso. Una de sus manos se pasó en mi cuello acercándome aún más a él y profundizando el beso. Mordisqueé sus labios y sentí su sonrisa pegada a los míos.
Se separó de mí aun sonriendo y entrelazó nuestras manos, tiró de mí y salimos corriendo del bar. Subimos a su auto riendo, puso el coche en marcha… Y nos dirigimos a dónde el viento nos llevara…
Cinco años después…
Cinco años casada con Louis, con una vida maravillosa y un hijo que me sacaba tantas o más sonrisas que su padre. Cada día era más seguro que había tomado la mejor decisión de mi vida al huir así con él, con el hombre que amaba.
Sentí unos brazos rodeando mi cintura.
-¿Cómo está la futura mamá más hermosa del mundo?-susurró a mi oído. Reí.
-Perfecta, ahora que estás conmigo-susurré besando sus labios castamente.