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-¿Qué dices? ¿Desaparecer? No es gracioso ese tipo de broma pequeño.- Yo sabía que no me estaba mintiendo, él nunca lo haría, pero no quería aceptar lo que había escuchado. No quería entrar en razón, nunca.

-Hyung... No es una broma.- El silencio se apoderó en la casi vacía habitación y seguías de espalda a mí. Podía notar que tenías la cabeza un poco agachada y tus manos temblaban un poco, mi mente me gritaba que fuese a abrazarte y no tardé en levantarme del piso frío para ir y hacerlo. Te abracé por la espalda y no pusiste resistencia alguna.

-Tengo que irme hyung.-

-¿A dónde?-

-Sólo desaparecer, no puedo estar más acá. No quiero estar más con hyung.- Tu voz se rompió, sabía que estabas mintiéndome. Aún abrazándote, agarré tus manos que seguían temblando. Estaban heladas, las sostuve y traté que tomaran calor.

-Te faltan años para lograr mentirme y que no me de cuenta.- La habitación casi vacía se tornó silenciosa otra vez en cuestión de segundos.

-Tú me dijiste que no me olvidarías hyung, me lo prometiste, por eso cuando desaparezca no me olvides.- Te voltee haciendo que nuestras miradas se cruzaran.

-A mí me dijiste que lo nuestro duraría para siempre a pesar que no existe el para siempre.- Cerraste los ojos como si estuvieras tratando de retener lagrimas que amenazaban con escaparse y con mi mano acaricié tu cabello castaño suave y tiernamente desordenado.

-No llores Taehyung, por favor.-

-¿T-taehyung? ¡¿Me acabas de llamar por mi nombre?! no me dijiste "pequeño".- Abriste los ojos sorprendido y las lagrimas que habías estado reteniendo se escaparon haciendo que sacara mi mano de tu cabello para limpiar tus mejillas humedecidas. Al terminar pude ver esa adorable sonrisa y el nudo en la garganta que se me había formado al ver esas lagrimas caer desapareció.

-Sí, Kim Taehyung, mi pequeño.- Tus orejas y mejillas se tornaron rojas y agachaste la mirada avergonzado.

-H-hyung... No quiero irme.- Murmuraste y te abracé, esas palabras eran las que quería escuchar, las verdaderas.

-No te vayas Taehyung.-

-No puedo, hyung... No puedo decidirlo, no tengo voluntad propia.-

-¿A qué te referís?- Te alejaste un poco del abrazo para poder verme a los ojos, como si tuvieras miedo de desaparecer en ese momento.

-Yo... Soy una alucinación hyung, tú alucinación.- Sonreíste y continuaste hablando. -Lo sabes, ya sabías que lo era. Todo este tiempo, desde el principio, al notar lo ligero que era, cuando estuve para ayudarte en la pesadilla, al desaparecer mientras jugábamos a las escondidas, lo sabías.- ¿Lo sabía? ¿Yo lo sabía? "Siempre lo supiste" me escuché a mí mismo decir en alguna parte de mi mente. "Siempre lo supiste, ya sabías que estabas loco. Tú papá y el médico te lo dijeron. No me mientas, tu lo sabes porque yo lo sé". No quiero escuchar, no quiero escucharme a mí mismo.

-Hyung... Perdón.- Empezaste a llorar y sentí mi pecho oprimirse al instante, sentía que me rompía al verte llorar. No podría aguantar verte desaparecer Taehyung.

-No te disculpes pequeño, es mi culpa.-

-Y-yo... Yo sólo aparecí por una razón, hacerte feliz y me tenés que ver así... Soy inservible, perdón hyung.-

-Por favor Taehyung, no digas eso.- Murmuré cerca de tu oído mientras mantenía el abrazo, tenía miedo que de un segundo para otro desaparecieras, no quiero soltarte. -Si esa fue tu razón para aparecer, lo lograste pequeño. Todos estos días... Con ver tu sonrisa, me hizo feliz.- Dejaste de llorar y apoyaste tu cabeza en mi hombro.

-Te irás ¿no? ¿Es algo que no puedo evitar aunque quiera?- Hiciste un pequeño movimiento asintiendo. Hice que levantaras tu cabeza de mi hombro y agarré entre mis manos tus tiernas mejillas. -Déjame besarte Taehyung- Tus orejas y mejillas volvieron a tornarse rojas nuevamente y no esperé respuesta alguna para besarte. Acorté la distancia que había entre nosotros dos y besé escasamente tus labios cálidos y suaves para retomar distancia otra vez.

-Déjame besarte una vez más Tae.-

-Con una condición hyung.-

-¿Cuál?-

-No me olvides...- Murmuraste.

-No lo voy a hacer, lo nuestro durará para siempre ¿no?- Sonreíste y volví a besarte otra vez, fue un beso más prolongado, un beso que al alejarme podía sentir aún la calidez que me había dejado.

-Adiós hyung, te amo.-

-Adios Tae, yo también te amo.-

Los días pasaron y la habitación casi vacía volvía a ser lo que antes había sido. Estaba sentado en el piso frío, en el mismo lugar en el que te vi por primera vez, esperando que volvieras a aparecer. Esperando a escuchar tu dulce pero profunda voz, a ver tus ojos brillantes, ver tu sonrisa... Verte otra vez.

-Dime... ¿Por qué estás ahí tan triste y solo?- Se escuchó como un murmuro en la casi vacía habitación. O tal vez fue mi pensamiento el que escuché... Las primeras palabras que dijiste. Que irónico, la respuesta siempre sería la misma, a pesar del tiempo nunca cambiaría.

-Porque estoy loco...- Respondí simplemente.

-No lo estás, hyung.-


-¿Taehyung?-



//Fin :). Muchas gracias por leer, voy a hacer una nota que no va a estar relacionada con el fic, pero si la quieren leer(? pueden leerla. En unos minutos la subiré. Cambio y fuera :D//


You're crazy [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora