Just Friends

Just Friends 7

APITULO 7

Un dia espantoso para Emma. No solo tuvo que tomar una decision grande en su vida, tambien tuvo que ver como una persona muy especial para ella se encontraba sobre la camilla de un hospital.

Ella tomo su cafe, tan caliente que el vapor se lograba ver desde una distancia lejana. Lentamente fue subiendo su mano hasta que deposito el vaso de cafe sobre sus labios, pero enseguida se quemo haciendo que el vaso se le callera y se mojara todo el vestido que Emma llevaba puesto.

Una enfermera lo vio y la acompaño hasta un vestuario donde había unas batas de enfermera para que se pusiera. Al retirarse la enfermera y quedar ella sola empezó a sacarse sus prendas mojadas dejándolas sobre la banca. Al quedar en ropa interior se dirigió hasta un espejo. Se miraba de arriba a abajo. Tomo una coleta de su muñeca y se hizo un moño. Después de eso volvió a su banca, se sento para razonar unos minutos, pero sin que lo esperara alguien entro.

- Perdon, no sabia que haba alguien aqui adentro. - Dijo la misteriosa persona dándose la vuelta.

- Fue mi culpa, debería haber cerrado la puerta con tranca. - Respondio Emma mientras se ponia la bata que la enfermera le había dado anteriormente.

- Ya me ire. Disculpa. - Al decirlo el chico se fue.

A pesar de ser un momento triste para Emma no pudo evitar verle la cara al bonito chico que apareció. Tenia ojos grises penetrantes y un cabello negro como la noche.

Tenia derecho de fijarse en chicos, no le pertenecía a nadie.

Termino de cambiarse y volvió al salon de espera. Todavia ninguna noticia sobre Jacob.

A pesar de haber pensado lo que seria vivir sin el, Emma jamas lo había intentado de vivir.

Todos sus momentos juntos, las risas, las burlas, y hasta su primer beso juntos. Pero enserio, como seria vivirlo? Mientras que Emma seguia con sus pensamientos al mismo tiempo de mirar la ventana, la tormenta se hacia cada vez mas grande y ruidosa.

En ese momento la maquina parlante sono.

Queridos visitantes, doctores y personas que se encuentren en este momento en el hospital, queremos informarles que no sera posible abandonar el edificio esta noche porque una tormenta muy grande se aproxima, informamos que habrán unas habitaciones que armaremos para que puedan pasar ahi la noche, esperemos que mañana por la mañana la tormenta halla acabado. Gracias por su atención, cualquier consulta por favor pasen por el escritorio de asistentes en la entrada del hospital. No hay nada para preocuparse. Gracias. - Dicho eso muchas personas se pararon para dirigirse al mostrador, algunas de ella parecían enojadas, otras confundidas, a pesar de eso muchas se quedaron sentadas.

Emma seguia mirando por la ventana, nada la sacaba de sus pensamientos. De repente su telefono vibro.

- Hola Em. - Dijo Hanna.

- Hola. - Respondio Emma secamente.

- Me entere de lo que paso... Quiero que sepas que estoy acá para lo que necesites. Quieres que pasemos con las chicas por tu casa?

- Estoy en el hospital, supuestamente no puedo salir por la tormenta que se aproxima.

- Pero si ya hay tormenta.

- Va a empeorar.

- Tienes que pasar la noche ahí?

- Si.

- Quieres que vallamos? No nos molesta dormir en sillas.

- No. Por favor no salgan de sus casas, no quiero que otro de mis mejores amigos se encuentre en el hospital.

- Tranquila no saldremos a ningún lado.

- Perdón pero no quiero hablar. - Adios.

- Emma termino la llamada. De repente encontro al chico que había visto anteriormente cerca de la recepción del piso en donde ella se encontraba.

Ella tenia ganas de hablarle pero no sabia que tema usar sin parecer una acosadora. Simplemente se acercó con esperanza de que algo se le ocurriera.

- Hola.

- Hey, tu eres la chica de la ropa interior cierto?

- Si. Esa soy yo. - Se sonrojo.

- Necesitas algo? - Emma dudo.

- La verdad es que... quiero saber si es solo una tormenta, parece como si fuera a ver un huracán.

No queremos decir nada para que las personas no entren en pánico, pero puede ser un posible huracán. Igual, si fuera a ser uno no seria muy peligroso y el edifico esta hecho con materiales para soportar uno. - Emma miro para abajo. - Se te nota preocupada. Sabes que, ven, te llevare a comer algo.

Emma acepto y fueron a la cafetería del hospital.

- No eres muy joven para trabajar aqui? Crei que esta carrera duraba como siete años, ya la terminaste cerebro? - Los dos rieron. A Emma le hacia falta eso.

- No trabajo aqui, recién empiezo a estudiar medicina, pero mis notas son altas y tuve suerte que me dejaran hacer una pasantía aquí.

- Como dije, cerebro.

- No me has dicho tu nombre.

- Y tu no me has dicho el tuyo.

- Soy Ethan.

- Emma.

- Bonito nombre, igual que tu.

- Estas coqueteado conmigo?

- Si es lo que quieres... - Miro Ethan con una cara pervertida a lo que los dos rieron.

- No lo se, no tuve un buen dia, me hiciste divertirme, gracias.

- Que paso, no te veo como universitaria, que haces aquí?

- Mi me... mejor amigo tuvo... - Hizo una pausa. - Tuvo un accidente de transito.

- Lo lamento.

- No murió. - Salto enseguida. - Solo... solo esta en coma. - Dijo Emma intentando entenderlo para ella misma. - Y bueno otras cosas personales, pero no importan.

- Si necesitas a alguien con quien hablar estoy aqui para ti.

- La verdad, no voy a rechazar tu oferta.

El tiempo paso y ellos se quedaron hablando como si se conocieran de toda la vida. A pesar de todo lo que Emma estaba pasando se divirtió mucho el tiempo que estuvo con Ethan, obviamente intercambiaron números y todas esas cosas. Pero todavía cero noticias de Jacob.

Su madre, Julia estaba en la habitación con el, Jacob acababa de salir de una operación, pero aun seguia en coma, la noche se acercaba y la tormenta crecía.

Ethan tuvo que volver a trabajar, a pesar de ser un pasante tenia que aprovechar su tiempo en el hospital para aprender cosas.

Emma volvió a los asientos que se encontraban al lado de la ventana y se puso a mirar para afuera. Los rallos salían en el cielo y hacían que la oscura ciudad tuviera un poco de brillo.

El tiempo pasaba y ya eran las diez de la noche. La tormenta había calmado un poco pero la orden de quedarse en el hospital era obligatoria hasta nuevo aviso. Emma no tenia ganas de ir a las habitaciones con camas, así que decidió visitar a Jacob.