Sad Madness

Toda Una Pesadilla

_ Narrador omnisciente_

Era una tarde oscura, sin una pizca de energía, las calles eran solitarias y frías. Los locales de comida y cosas de variedad, no habían vendido casi nada en el día, pues nadie se dignaba a salir de sus hogares, a excepción de aquel hombre, llevaba traje, un maletín en su mano izquierda y con la otra se dedicaba a cerrar la puerta de su lujoso. Entró en una de las cafeterías abiertas a esa hora, las mecerás se sorprendieron, ya que creían que este no era su día y en sus adentros se disponían a alabar a aquel hombre, según ellas, este era muy guapo y decente, pero lo que ellas no sabían es que el no vino solo a tomar un café.

- Buenas tardes, qué desea? - Pregunto amablemente una de las tres mecerás, la cual era morena, alta y con anteojos, pero aun así la hacían ver bella o al menos eso pensó el hombre.

- Deseo ver a una jovencita...según me dijeron, trabaja aquí, se llama Mina Rosse - Dijo el hombre con una sonrisa seductora, intentando seducir a la joven para obtener buena información sobre la llamada Mina, la cual llevaba buscando mas de dos meses.

- Es una pena, esa chica renunció hace una semana...y dijo que dejaría Londres para estar con sus padres en...Italia...Cuánto lo siento.

- No importa, gracias de todas formas - El hombre fingió tranquilidad, cuando en realidad estaba hecho un mar de furia por dentro. Abrió de mala gana su auto y lo puso en marcha, maldecía en voz baja mientras conducía, el no se rendiría tan fácil y menos le iba a quedar grande encontrar a una mocosa de 19 años, o al menos eso se decía a si mismo.

Por otro lado, Mina jamás dejo Londres, en cambio decidió esconderse en un edificio algo viejo y abandonado, estaba ubicado a las afueras de la ciudad, su estructura era tenebrosa, pero no como una de película, más bien como una de la vida real, la que en este momento Mina, deseaba a cada minuto que fuera una pesadilla nada mas y volver a estar con su hermana menor(la cual tiene 14 años) Tarah. A ella no le importaba estar de vuelta en aquel orfanato, mientras estuviera junto a su pequeño ángel, la extrañaba demasiado, extrañaba sus risas y juegos locos que inventaban entre ellas, simplemente moriría sin ella, eso era lo que intentaba siempre, pero al momento siguiente se arrepentía, pues los pensamientos que le venían a la cabeza antes de quitarse la vida, era que bajo cualquier circunstancia y sin importar lo riesgos que sus acciones atrajeran, ella lucharía por encontrarla algún día o al menos poder saber como estaba y lo primero que debía hacer era salir de aquel espantoso lugar.

Debido a su mente astuta, Mina decidió volver aquel lugar, en su nuevo hogar o al menos por esa noche, junto algunos cartones, tablas, cobijas sucias y rotas, hizo su propia cama. Tenia hambre como nunca, el frió aumentaba cada vez mas y la oscuridad comenzaba a adueñarse de las calles de Londres. Cerro sus ojos, pero inmediatamente los abrió, temiendo a volver a aquel momento que destruyo su corazón. El día en que separaron a las dos hermanas, los doctores decían que Mina era un peligro, pues según sus exámenes médicos, la joven padecía de un trastorno psicótico, o como todos lo conocían Esquizofrenia. Tarah lloro tan fuerte que su llanto se quedó grabado en la memoria de Mina, aunque ella intentó luchar y convencerlos de que eso era una falsedad, ellos no le pusieron atención, se la llevaron a un manicomio estatal, pero a las pocas semanas, logro escapar, consiguió el empleo en la cafetería y le fue bien, por lo menos para alimentarse. Todo iba bien hasta que se entero que la buscaban por escapar del orfanato.

(...)

8 años despues...

_Narra Tarah_

Agente especial...Tarah Miller...

Eso decía mi nueva placa,estoy muy orgullosa...por fin lo logre, soy una agente, se cumplió mi sueño. Aunque hubiera preferido mi apodo, Taritha...da igual.