Miranda acaba de bajar del apestoso taxi que las había recogido en la estación de trenes hacía unos quince minutos. Cerró la puerta de un portazo, sintiendo después la mirada amenazadora del taxista posada en sus ojos. Ella le ignoró y se dirigió al maletero, donde tenía sus maletas conjunto con su madre. El señor de unos cincuenta y tantos años, las ayudó a bajar el equipaje de mala gana, mientras se quejaba con gruñidos. Miranda y su madre, Luisa, se miraron desconcertadas ante la actitud de tal hombre que no era más que molesto. Tras darle una pequeña propina y que ese señor se fuera a saber dónde, Miranda y Luisa entraron en el portal de su nuevo hogar. Miranda no pudo evitar quejarse al ver que no había ascensor por ningún lado.
—¿Qué pasa Miranda?
—Qué va pasar, pues que no hay ascensor. A ver cómo vamos a subir las malditas cajas de la mudanza.-Protestó.
Su madre sólo pudo soltar un suspiro y empezar subir las escaleras, las infernales escaleras que las llevarían a un quinto piso que parecía estar en un ochenta. Miranda llevaba sus maletas a rastras, tropezando con cada escalón que subía. Era una lucha entre el peso de su maleta, la gravedad y los dichosos escalones. ¿Por qué no podían poner un pequeñito ascensor aunque fuera?, pensaba ella.
—Por Dios mamá, no sé a qué clase de infierno te has mudado.-Dijo en un suspiro recuperando el aire tras llegar al frente de la puerta de su ya presente nuevo piso.
—Va Miri no te quejes tanto, si no ha sido nada.- Le reprendió su madre.
Miranda sólo la miró con cara de fastidio. Su madre, más vieja que ella incluso y estaba en mejor forma y estado al subir infernales escaleras que ella.
Luisa abrió la puerta de la casa y empezaron a meter las maletas y el equipaje poco a poco, mientras se iban acomodando y observando su alrededor.
Su nueva casa era más o menos de mediana medida. Ni muy grande ni muy pequeña, sin duda su madre había elegido bien, a Miranda no le gustaba estar en sitios muy cerrados. La puerta del piso daba a un gran pasillo, que tenía habitaciones a cada lado. Principalmente estaba la cocina, de seguido iba un pequeño baño, y enfrente de este, estaba el cuarto de la lavadora y demás. Más al fondo se abría un amplio salón acomodado con sofás de piel. En el salón también habia dos puertas y cada una llevaba a un distinto dormitorio. Miranda se escogió el que tenía un baño en su interior aunque su madre y ella estuvieron debatiendo quién debería quedarse con esa habitación, al final Miranda ganó.
—¡Já, te pensabas que iba a perder!.- Se burló de ella.
Miranda corrió dentro del dormitorio para acomodar sus cosas, sobre todo su maquillaje y su ropa. Era lo que más preciaba y adoraba. Abrió la persiana y seguidamente la ventana para que entrara aire y se refrescara todo, pues la casa no habia sido habitada por nadie en mucho tiempo y tenía olor a 'viejo' por llamarlo de algún modo. Mientras el aire entraba por su ventana decidió ponerse el pijama para estar más comoda, pues ya casi era de noche. Miranda terminó de recoger todas sus cosas y colocarlas de forma ordenada, lo cual no iba a durar por mucho tiempo en ese estado, y sentía hambre, tenia ganas de comer algo.
—¡Mamá, qué hay para comer!.-Le gritó desde su cuarto hasta el de su madre, no estaban muy lejos, solo a unos tres pasos, pero su madre no se enteró. Miranda refunfuñó por lo bajo quejándose de que su madre estuviera tan sorda en aquel momento.
—Eh, tú.
Miranda miraba a todas partes pero no sabía de dónde procedía una voz mascula que lógicamente la llamaba a ella.
—Qué haces mirando al armario, ¿te crees que voy a estar llamándote desde dentro?.-Se rió aquella voz de ella. Y Miranda llevó su mano a la frente dándose pequeños golpes por su torpeza entonces miró por la ventana y definitvamente alli estaba aquel chico. A Miranda se le paró el corazón en aquel momento. No había chicos tan guapos en su anterior instituto, pensó. Se acercó a la ventana y se apoyó sobre ella.
—Hola, no hace falta que te rías de mi, solo me estaba haciendo de rogar, chaval.-Le dijo molesta y con las mejillas sonrojadas. El chico la miró con gracia.
—Ah, vale pues perdone señorita que se hace de rogar.-Le dijo con una sonrisa pícara.—¿Tú eres la que ha ido dando golpes hace un rato por la comunidad?
—La señorita tiene nombre, y no te perdona por imbécil. Y sí, he sido yo.
El chico comenzó a reír por la forma en la que Miranda se comportaba y ella le miró molesta, aunque también sentía ganas de reír. Solo estaban a unos pocos centímetros el uno del otro, hablando por sus respectivas ventanas, cuando se escuchó la voz de una mujer proveniente de la ventana del chico.
—Voy a tener que irme. Pero antes me gustaría saber el nombre de la señorita que se hace de rogar, y por cierto yo me llamo Logan.-Y la miró sonriendo curioso de saber la respuesta.
—Pues yo soy Miranda, pero mejor llámame Miri.
—Pues te llamaré Miranda.-Le dijo serio.
—He dicho que me llames MIRI.-Y cuando ella pronunció su nombre, lo hizo recalcando las dos sílabas bien marcadas.
—Vale MI-RAN-DA, pues ya nos vemos pronto. Total, tendré que verte sí o sí ... no tendré más remedio.-Y movió su cabeza a los lados.
Miranda puso los ojos en blanco y una expresión de ''este chico es imbécil''. Cerró su ventana y bajó un poco la persiana de esta. Se metió a su cuarto y se sentó en la cama empezando a asimilar lo que acaba de pasar hace unos minutos tan sólo. No se creía que pudiera haber hablado con tanta confianza con un chico que apenas conoce. Ella no era de las que confiaban tan pronto, era más cerrada y sólo tenía sus momentos locos y rebeldes cuando estaba con gente que conocía de verdad. Sin duda es un imbécil, pensaba. Cómo se atrevía a hablar de tal forma sin apenas conocerla, sin duda este chico me va a traer problemas, pensaba y pensaba. Y no hacía más que pensar en él, aunque en aquel momento le tuviera un poco de odio por haberla llamado Miranda cuando le dijo expresamente que prefería el apodo de Miri, y también por haberse reído de ella de tal forma tan abierta. Aunqué reconoció que aquello le gustó y se sonrojó.
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Bueno, que os ha parecido este primer capitulo? Ya se que es corto, pero es solo el comienzo y me gustaria que me dierais opinión!! Muchas gracias y espero que os guste, subiré el proximo capitulo en cuanto pueda, un besito, gracias y voten!!
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EL VECINO DE MIRANDA
Teen FictionHa llegado la hora de que haga sus maletas y se vaya de su preciado pueblo para mudarse a la gran ciudad de Madrid. Miranda, una chica algo ''mala'' y rebelde, ha dejado todo atrás y debe marcharse con su madre a su nuevo hogar donde le esperan gran...