Capitulo 2

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.......Al despertar baje y comencé a caminar y sin conocer la casa llegue hasta la cocina, me encontré con un rostro nada familiar era un chico, de cabello castaño y una mirada dulcemente color miel, con un tono de piel morena muy atractivo debo decir.

-¿Dónde está John? –pregunte a aquel desconocido.
-En su oficina –dijo con la boca llena, de aquel apetitable sándwich.
-¿Dónde queda? –pregunte un poco apenada.
-Vete por este pasillo, la última puerta color marrón –dijo apuntando con la mano el pasillo -¡Espera! ¿Eres la hija de John?
-Em, si ¿Por qué? –cuestione.
-No por nada, nunca menciono que fueras tan linda –dijo mirándome con detalle, me sorprendí al oírlo decir eso y sin más me fui en busca de mi señor padre.

-¿Dormiste bien? –pregunto sin quitar la mirada de aquel periódico.
-Sí, gracias –dije sentándome en una de las sillas que estaban frente al escritorio –Si no te importa me darías algo de dinero, quiero comprarme algo de ropa.
-Claro le diré a mi chofer que te lleve a las mejores tiendas del pueblo, y esta tarjeta es tuya ya tiene el dinero necesario –dijo dándome una tarjeta dorada en mano.
-Gracias, pero no es necesario que me lleve nadie puedo caminar –dije poniéndome de pie.
-¿Siempre será así? –cuestiono mientras yo caminaba hasta la puerta, al escuchar la pregunta me confundí un poco y regrese mi mirada a él.
-¿Cómo así?
-Nunca me darás un beso de despedida, me dirás que me quieres antes solías hacerlo –dijo bajando sus lentes hasta su nariz para poder mirarme.
-Antes todo era diferente –dije seria.
-Solo quiero lo mejor para ti, si te dejaba allá no tendrías nada conmigo tendrás todo lo que quieras y necesites –dijo mirando esperando que lo comprendiera.
-Pero yo no necesito un papá –dije.
-¿Qué quieres decir con eso? –pregunto arrugando su frente.
-Eres un buen papá pero no un buen padre y yo quiero que seas mi padre no mi papá, el dinero no siempre hace la felicidad.

Me di la media vuelta al darme cuenta que él se había quedado sin palabras, salí de la casa y comencé a caminar sin rumbo fijo y la brisa marina me hizo detenerme, ahí estaba la playa así que me quite esos desgastados tenis y comencé a caminar por la suavidad de la arena hasta llegar a la parte húmeda de esta y sentir como el agua apenas llegaba a tocar la punta de los dedos de mis pies, cerré los ojos y comencé a recordar cuando mama y yo íbamos a relajarnos a la playa y solíamos hacer eso, sentir como la salada agua tocaba la punta de nuestros pies por alguna razón nos encantaba esa sensación.
De repente caí repentinamente al suelo, y al abrir los ojos unos ojos color azul me miraban con preocupación, toque mi cabeza solo para percatarme de que aún estaba en la realidad pues aquel chico que me miraba tan de cerca era hermoso puedo decir que parece un ángel su piel pálida con unos labios rojizos, cabello rizado y esos hermosos ojos azules con una mirada tan, profunda.....

HERMANASTROS? {NATHAN SYKES Y TÚ} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora