Matando el tiempo.

Cap. 4. -La venganza.

iNo lo puedo creer, Aldo es el tío de Silver!

-Bueno Silver, ve a jugar con Boris al patio.

-iSi! iVamos Boris!

-¿Boris? -Preguntaba la madre.

-Boris es su amigo imaginario mama.

(...)

-Bueno suegra. Debemos contarles algo.

-Necesitamos que nos ayuden a buscar un lugar donde nos podemos quedar a vivir.

-¿Esa era la urgencia?

-La urgencia no es esa mamá.

-Mire señora, lo que pasa es Silver tiene problemas psicológicos por lo que paso con su madre. Él le hacia travesuras a nuestros vecinos y hasta llego a matar a sus mascotas.

-Dios mío, pobre niño. Esta bien hija, les ayudaremos a conseguir un lugar seguro para el niño y para ustedes.

Tenía como misión asesinar a Silver, no quiero hacerlo pero no tengo otra opción, ya que si no lo hago, Alondra tendrá que hacerlo en mi lugar.

-Mamá, la casa es muy grande, ¿no será mejor que se queden a vivir aquí algunos días? -Pregunto Matías a su madre.

-Emily, tu hermano tiene razón, si quieren pueden quedarse unos cuantos días aquí.

-Me da pena mamá, pero la verdad si necesitamos quedarnos temporalmente.

No sabía si la suerte estaba de mi lado o si era mala suerte tenerlos tan cerca.

(...)

Ya era de noche y después de leer mi libro favorito me estaba quedando dormida cuando escuche a alguien llorando.

Escuche que el llanto era en la azotea y me acorde de que Zirho me dijo que a Silver le gusta rezar por las noches, tal vez esta era mi oportunidad de asesinar a Silver.

Pensé de inmediato en un plan y lo único que me llego a la mente fue empujar a Silver, así tal vez se vería como si fuera un accidente y el solo haya resbalado de la azotea.

Me acerque lentamente tratando de no hacer ruido, pero fue en vano.

-Se que ese tal Zirho te pidió asesinarme. ¿Quieres aventarme de la azotea? Vaya, que chico tan valiente eres. -Dijo para después reírse de el.

¿¡Como lo sabe!?

-Puedo leer la mente, se que Zirho ya te ha contado que contacte con otros Dioses, uno de ellos es enemigo de Zirho, su nombre es Kenva, el me dio el poder de leer la mente y así derrotarte a ti y a Zirho, a cambio el matara de la peor manera posible a mi padre.

-¿¡¡No te das cuentas hasta que extremos has llegado por una venganza!!?

-¡¡No me importa!! ¡¡El debe morir de la peor manera posible!!

-Se que tu padre fue un hombre terrible y no merece estar vivo, pero tu eres apenas un niño y no deberías de estar pensando en cosas tan graves.

-¡Entiende que no estas solo! ¡|Tienes a mi hermana y a tu tío Aldo!

-Ellos me abandonarán aquí con ustedes, leí su mente y a las 4:00 am se irán sin decirles nada a nadie.

Ahora se había aclarado todo para mi. ¿¡Como puede ser tan irresponsable mi hermana como para abandonar a un niño!? Se qué no es un niño común, pero si tiene problemas por lo menos deberían ayudarle.

-Silver, pase lo que pase me tienes a mi, se que no soy el mejor en el que puedes confiar, pero eres un niño y necesitas el apoyo de alguien y tendrás el mío.

-¡¡Deja de mentir!! ¡¡Todos ustedes son unos mentirosos!! ¡Nadie me quería más que mi madre! ¡¡Y ese maldito la asesino!! -Decía Silver con los ojos llenos de lágrimas.

-Silver, tranquilo aquí estaré contigo. -Decía mientras se arrimaba a él para abrazarlo.

Abracé a Silver y el no paraba de llorar, estaba apunto de separarme de él, cuando sentí algo frío apuñalando mi abdomen, Silver me había apuñalado ¿acaso era parte de su plan?

-¡Maldita sea Silver! ¡¡No entiendes que solo quiero ayudarte!!

-¡Tu no me entiendes! ¡Mi maldito trauma no se quitara! ¡¡Necesito desahogarme con algo!!

-Si es así... ¡ven apuñalame todo lo que quieras! ¡Pero no dejare que asesines a mas seres vivos! -Decía Matías poniéndose de rodillas y entrelazando sus manos por detrás de su espada.

Silver estaba tan nervioso que al tomar la navaja del suelo sus manos temblaban como si nunca hubiera tomado un arma blanca.

-¿Que pasa? ¿¡Por que tardas tanto en apuñalarme!? -Le gritaba Matías.

-¡¡No quiero!! ¡¡Ya no quiero ser un asesino como el asqueroso de mi padre!! -Decía mientras se hincaba limpiando las lágrimas que recorrían su rostro.

Me puse de pie y me puse frente a él ya que no paraba de llorar.

-Demuestra que eres más fuerte que el. -Dijo mientras le revolvía el cabello como su hermana mayor le hacía a el.

Me senté con Silver a ver las estrellas que había en el cielo, estaba pensando como podía sacarle una sonrisa a Silver ya que había parado de llorar pero su mirada estaba perdida en sus pensamientos, vi la hora en mi reloj y me di cuenta de que eran las 3:30 am, faltaban solo 30 minutos para que mi hermana y Aldo se fueran y abandonarán a Silver con nosotros. Sin que Silver se diera cuenta fui rápidamente a la cocina y sin hacer ruido subí de inmediato.

(...)

-Deja de estar triste, y mejor dime que quieres. ¿Harina o huevos?

-¿Haría o huevos?

-Tu solo escoge y ya verás. -Decía Matías con una sonrisa malvada.

Silver estaba tan distraído que no podía leer mi mente.
Eran las 4:15 y de repente Aldo y  Emily salieron con sus maletas.

-¡¡Ahora Silver!!

Como Silver no decidía entre el harina y los huevos, los dos lanzamos el harina, primero yo a Aldo y el a Emily, de inmediato tomamos los huevos y los lanzamos contra ellos, se escuchaba como Emily gritaba de horror porque arruinamos su cabello, los dos inmediatamente se subieron al carro y aceleraron rápidamente.

Silver y yo nos tiramos en el techo y comenzamos a reír como locos. Reímos tan fuerte que sin querer despertamos a mi madre.

-¿Que pasa aquí chicos? -Preguntaba la señora con una bata para dormir y los ojos cansados.

-Mi hermana y Aldo abandonaron a Silver con nosotros.

-¡Esos tontos! ¡Pero ya vendrán a pedirme algo! -Decía enojada.

Mi madre despues de decirle a Silver que no se preocupara, se fue a dormir. Mientras Silver y yo nos volvimos a quedar solos.