¿Olvidaste?

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Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.

¿Olvidaste?

Me removía entre las sábanas de mi cama. Me destapaba, me ponía boca abajo, me volteaba boca arriba con la almohada pegada a mi rostro y entre más pasaba los minutos y horas no podía conciliar el sueño. Me quité la almohada y abrí mis ojos, miraba el techo de mi cuarto. Miré a lado y me di cuenta de que Akane no estaba en su futon. Me puse de lado contrario con el codo en mis sábanas y mi cabeza en las manos para sostenerme un momento mientras pensaba. De seguro Akane debe de estar entrenando en el dojo o estando tomando un vaso de agua. ¡Qué más da! No me interesa lo que esté haciendo esa boba. El tener que estar durmiendo en la misma habitación es un verdadero fastidio. Pero claro, tiene que ser así después de todo es mi esposa, hace aproximadamente 4 meses, dos semanas, cinco días, 9 horas, 12 minutos y... 7 segundos. Si, llevo el tiempo exacto desde que nuestros padres arruinaron nuestras vidas. Y no lo digo yo nada más, Akane me lo repite en varias ocasiones. Todo el día se la pasa quejando de lo mismo, tampoco me quedo atrás, pero ¿Tan malo es estar conmigo? ¿Pero es bueno que ella esté a mi lado? No me quejo (aparentemente) en la escuela siempre me dice que soy tan afortunado en tener a una chica tan hermosa como esposa. No digo que no sea hermosa, Akane es muy bonita, pero ¿Eso importa? ¿No importa lo que yo siento? Me cansé y me volví a recostar. Estoy demasiado confundido. Admito que en mi mente dije que amaba a Akane pero no sabía en qué pensaba, no sabía porque lo había dicho. La quiero mucho, pero ¿Eso es suficiente para tenerla como esposa? No se distinguir cual es la diferencia entre querer y apreciar, ni mucho menos en amor.

El día de hoy mis amigos me preguntaron si me sentía satisfecho con Akane en la cama. ¿Deben de estar bromeando? ¡Jamás! Nunca les contaría algo tan íntimo, eso era cosa de nosotros nada más. Además, ni siquiera había pensado en eso. Excepto el día que nos casamos, pero Akane me había dicho que no me preocupara, que no exigiría eso y que sólo no dispusiéramos a dormir. Eso me tranquilizo por un momento. Hasta la mitad de la noche que me desperté sudando y con una sorpresa debajo de mi sábana en mis pantalones, ya se imaginará que tipo de sueño tuve. Nunca me había pasado con Akane, es más, jamás con ninguna mujer. Lo bueno es que Akane estaba alejada de mí y no se dio cuenta, de lo contrario me hubiera mandado a volar. No había sucedido nuevamente hasta ahora que mis amigos me lo recordaron, me revise y ya había bajado, suspire aliviado.

Escuche ruidos, la madera crujía como si fueran pequeñas pisadas. ¡Era Akane! Me volteé de lado contrario y cerré los ojos. La puerta se abrió y pude sentir el movimiento del piso y después no escuché nada sólo un respiro leve. Me pude relajar, me tape e intentaría dormir nuevamente.

Después de una hora volví a abrir los ojos y vi que aún era de noche. ¡Que fastidio! Pero esta vez sentí un pequeño peso, bajé mi mirada y quedé asombrado por lo que tenía en mi cuerpo, Akane estaba dormida en mi pecho, su mano estaba en mi hombro derecho y mi pierna izquierda estaba en medio de sus piernas. Casi estaba encima de mí. ¿Qué sucedía aquí? Jamás había pasado esto. Mire su rostro y tenía una pequeña sonrisa. Mostraba esa tranquilidad que pocas veces tenia. En verdad se miraba hermosa, sentía mis mejillas arder. Necesitaba moverla a su lugar, pero me detuve un momento y me le quedé observando un momento más, se sentía relajada en serio. De repente vi sus labios, silbaba en su respiración. No dejaba de verlos. ¿Qué me sucedía? ¿Por qué me sentía así? ¿Qué era ese sentimiento? Era... ¿Deseo? ¡Imposible! Estoy comenzando a desearla. Eso me recordó una plática con la familia en donde Nabiki comento que avisáramos cuando estuviéramos esperando un hijo. ¿Hijo? Akane y yo lo comentamos, después de todo era la razón por la que nos habíamos casado, para dar herederos a la escuela. Sólo quedamos en eso, pero pensé y me di cuenta de que si queríamos eso tarde o temprano tendríamos que hacerlo ¿No?

¿Olvidaste? | Fanfic Ranma 1/2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora