Daichi se encontraba caminando por los desolados pasillos del instituto. De vez en cuando dirigía su mirada a las ventanas para, a los pocos segundos, apartarla.
Si se ponía a pensar, no es que estuviera muy interesado en el paisaje solo que de alguna u otra manera le distraída de pensar en Ritsuka.
Había veces en las que se preguntaba cómo había podido enamorarse de ella, pero desde luego era una pregunta sin respuesta para el.
Daichi suspiró ante tal pensamiento.
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.— ¡Ritsuka-san! —.
Aoi que disfrutaba de la tranquilidad de la biblioteca tuvo que levantar su mirada al escuchar su apellido. Con ojos curiosos busco a la persona que la llamo encontrándose con su senpai que la veía con una tímida sonrisa.
.— Sugawara-senpai... ¿Necesita algo? —. Ella preguntó mientras cerraba el libro que segundos antes se encontraba leyendo.
.— Veras... Me preguntaba si... ¿Nos podemos sentar aquí? —.
Ritsuka parpadeó confundida. Ella no entendía a lo que Sugawara se refería. El chico claramente había hablado en plural, pero en estos momentos el se encontraba solo. Ritsuka suspiró y miro a su senpai antes de responder.
.— No me molesta. Pueden hacerlo, solo... Solo no hagan mucho alboroto.
.— Si, no te preocupes. Y gracias por dejarnos sentar en tu mesa.
Ritsuka asintió antes de volver a leer su libro. La expresión de sus ojos se suavizó al momento de leer las palabras impresas en esas páginas viejas. Una suave sonrisa surco los labios de Ritsuka.
Para Daichi que venía llegando en ese momento fue uno de los escenarios más hermosos que podía llegar a ver. La expresión que Ritsuka tenía en ese momento era simplemente indescriptible. El pulso de Daichi se aceleró al pensar que estaría compartiendo la misma mesa que Ritsuka, ya que eso elevaba las probabilidades de intercambiar palabras con ella.
Sugawara lo miró y sonrió al notar la expresión de Daichi y no pudo evitar pensar que después de todo había la pena seguir a Ritsuka para saber a dónde se dirigía cada vez que tenía un rato libre.
Suga le dio un pequeño golpe en el hombro a Daichi indicándole con la mirada que se sentará en la mesa. Daichi asintió y se sentó al frente de la pelirroja.
Todos estaban en completo silencio, de vez en cuando los chicos veían como Ritsuka pasaba con mucha delicadeza las páginas del libro que se encontraba leyendo. Suga veía atentamente todas las reacciones y expresiones de Daichi y se pudo dar cuenta de que él no iba a hacer algo para hablar con Ritsuka, así que no le quedó de otra que toser falsamente. Daichi de puso nervioso al notar lo que estaba haciendo su amigo y no puedo evitar mandarle una mirada fulminante. Mirada que Sugawara contestó con una sonrisa burlona.
El sonido de una persona ahogándose distrajo a Ritsuka Aoi de su lectura. Un poco preocupada levanto su mirada buscando a la persona que se ahogaba encontrándose con unos ojos marrones que la veían atentamente. Ritsuka se extraño ya que el chico que se encontraba frente a ella no estaba antes al lado de su senpai.
.— Usted... ¿Se encuentra bien? —. Ella preguntó a la persona que según ella se estaba ahogando segundos antes. Daichi no pudo evitar que los colores subieran a su rostro.
Ella le estaba hablando.
Ella le estaba mirando.
Ella lo noto.
