El rastro de tu sangre en la nieve ; jikook《one-shot》

Capítulo único

Después de un largo y duro día en el trabajo como el "empresario más exitoso de Seúl" lo único que quieres es llegar a tu caliente y acogedor hogar en busca de tomar una caliente taza de café con la persona que más te hace feliz y más amas en este mundo. Estar con él descansando abrazados y tapados, bien calentitos es lo que uno amaría hacer en el invierno. Pero, ¿qué harías si no lo encuentras en casa? ¿Qué harías si en vez de tu cómodo y bien cuidado hogar encuentras todas las cosas tiradas y rotas? Desde cuadros con tu familia y cuadros con él rotos, hasta pequeñas gotas de sangre que apenas se pueden ver. ¿Qué harías si una voz desconocida con un número desconocido te dice que ellos lo tienen? ¿Qué harías si te dicen que quieren dinero a cambio de su vida? Y... ¿qué harías si lo llegaras a perder?

. . .

Bebé ya llegué -grité desde la puerta, dejando mi saco colgado y quitando mis zapatos mientras desajustaba mi corbata.- ¿Kookie estás en casa? -volví a decir mientras me dirigía hacía la cocina, no creo que estará afuera con está nieve que no para de pintar todo Seúl con su color blanco, así que me dirigí hacia la cocina.- ¿Qué mier..? ¡Jungkook! ¿Qué carajos pasó aquí? -me sorprendí al ver todo completamente tirado y roto, la comida estaba fuera de la heladera como si alguien se hubiera querido preparar algo pero dejo todo a medias. Subí a la habitación para encontrarme a está en peor estado que la cocina, al igual que el baño. ¿Qué estaba pasando? ¿Dónde estaba Kookie? Bajé rápidamente las escaleras y tomé mi móvil que se encontraba en el mueble de al lado de la puerta, dispuesto a marcarle a mi novio el sonido del teléfono de casa me detuvo. Corrí a atender.- ¿Hola?

Park Jimin -dijo una voz masculina. Su tono era bastante bajo y daba escalofríos escucharlo pronunciar mi nombre.

¿Quién es? -respondí. Esto era extraño y comenzaba a asustarme.

Eso no importa Park, lo importante es lo que tengo pero más importante aún es.. que quiero.

¿Querer qué?

Dinero, Park. Millones y millones.

¿Qué? -solté un risa sarcástica.- Mira no tengo tiempo ahora, estoy buscando a alguien así que no jodas. Adiós. -Iba a colgar cuando esa voz soltó el nombre de mi amado de una manera que los bellos de todo mi cuerpo se erizaron. "Jeon Jungkook".

¿Es al quien buscas, Park? Pues si es él, yo lo tengo. -Y lo dijo como si fuera lo más normal del mundo, como si se tratase de un objeto que se perdió y alguien lo había encontrado.

¿Qué quieres? -apreté mis puños con fuerza volviendo mis nudillos blancos.

Ya te lo dije, dinero. Millones a cambio del chico. ₩ 1.000.000 para ser exactos. -Hizo una pausa.- Si no lo haces, lo mataré. -Sus palabras las sentí retumbar en mi cabeza. Apreté mis ojos con fuerza y respondí:

Bien.

Perfecto. -Una pequeña risa se escuchó a través del teléfono y luego unos 'beeps'.

¿Hola?.. ¡¿Hola?! ¡Hijo de puta! -Me había colgado. Estaba a punto de estallar el teléfono de casa contra la pared pero el sonido de mi móvil me interrumpió. Un mensaje había llegado el cual contenía una imagen. Tragué en seco y vi mis manos temblar cuando la foto se cargó. Un cuarto oscuro, una silueta masculina que fácilmente podría saber quién era. Mi Jungkookie, estaba amarrado a una silla, de piernas y brazos. Otro mensaje llegó.

"Busan, hoy antes de la media noche. Con los ₩ 1.000.000 en mano, Park."

"¿Estás loco? Es muy poco tiempo, y es una gran distancia. No llegaré a tiempo."