era una mañana como cualquier otra... mas bien ni siquiera podía distinguir que día era... su vida era bastante aburrida, pero de todos modos seguía intentando seguir con su patética vida... o al menos lo que el pensaba era de que por nada del mundo iba a pasar algo interesante.
con los primeros y cálidos rayos de luz se dispuso a ir a colegio... -hay otra vez volver a ir a ese horrible manicomio lleno de ignorantes que solo se dedican a hacerme la vida imposible, y volver a ver a esa, Delmy, quien parece estar obsesionada conmigo y yo solo quiero que me dejen todos en paz! quiero disfrutar de mi absurda soledad! tan difícil es entender eso!- pensó mientras estaba solo en su casa.
el vivía solo en su casa que el mismo se había comprado, ya que su madre murió cuando el era muy joven quedo al completo cuidado de su padre... pero entre ellos dos tuvieron una pelea que acabo con Nathanael solo en la calle... y como pudo solo se las arreglo para seguir adelante, no iba a permitir que el estar solo le impidiera ser alguien importante algún día, pero por ahora solo seguiría en sus estudios si quería triunfar tenia que estudiar arduamente... y sin alguien que lo ayudara... tenia doble trabajo con tener que estudiar y trabajar a la vez.. pero aun así era uno de los mejores de su salón por que estaba decidido a no dejar que su condición le dejara una excusa... con tan buenas notas, y un buen aspecto, podría decirse que era alguien muy popular en su colegio... no había nadie que no lo conociera, su nombre andaba en boca de todos... hasta incluso estaba a punto de ganar una beca en una prodigiosa escuelas para genios.... tenia un a buena vida pronosticada.
además era voluntario en un hospital cercano, ya que conocía a una de las enfermeras... para el era algo gratificante ayudar a los demás.
iba directo al colegio cuando se topo con su amiga la enfermera.
-oye tienes algo planeado para más tarde?- pregunto su amiga la enfermera... Chantal una chica de cabello largo y rubio, de ojos color celeste y con un uniforme de enfermera – me gustaría que me ayudaras en el hospital... hoy fui transferida a una área nueva, y quisiera que me ayudaras a adaptarme... al menos hoy-
-este... si, después del colegio tengo libre la tarde, yo puedo ayudarte en lo que necesites amiga- dijo Nathanael, un chico alto de cabello negro y ojos azul oscuro, con un tono de amabilidad -solo déjame llegar a mi casa y cambiarme de ropa si?-
-gracias Natha!- así le decían sus amigos de cariño -eres el mejor amigo que se puede tener, bien ve a tu colegio que no quiero que llegues tarde-
-esta bien no te preocupes que yo nunca llego tarde- dijo corriendo y doblando la esquina para llegar a tiempo al colegio... una inasistencia podría arruinar su perfecto récord de alumno estrella.
así paso el día en el colegio, para Nathanael paso bastante rápido... seguía pensando que su vida era demasiado patética para apenas tener 15 años. al terminar las clases todo siguió como siempre, el fue a su casa, se cambio de ropa y tomo su mochila listo para ir a ayudar a su amiga.
entrando al hospital se encontró con una chica de cabello rojo peinado como unas colitas, ojos color verde esmeralda, pecas y un vestido color rosa -hola!- dijo la chica saludando a Nathanael quien la saludo rapidamente y sin percatarse de que lo había hecho, luego la chica se dio la vuelta y entro en un cuarto, cuando ella se había ido Nathanael se dio cuanta de que involuntariamente la había saludado y se sonrojò un poco.
holu!, espero q lean, ya explique que esto va a ser de muchas historias de muchos capitulos... cabe aclarar que esta historia esta basada en hechos reales... la historia de un amigo, jijiji, comenten que les gustaria q pasara y asi lo introduzco en mis historias :) los quiero, gracias por leer :3
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el ultimo deseo
Fantasytodo comienza con un chico que decide dar su ultimo deseo a la chica que le ayudo a salir adelante con la única condición de que ese deseo se cumplirá solo si prometen devolverlo a alguien que lo necesite, comenzando así una cadena de milagros a ra...