-¿Estarías conmigo? ¿Dejarías a Arian? -Está loca.
-No, claro que no. -Sé que eso le dolió, no sé por qué le dolió pero lo hizo.
-Estoy segura que él no te ha hecho sentir como yo.
-Y yo estoy segura que tú lo que quieres es tener relaciones así que búscalas en otro lado. -Me miro enojada, casi indignada diría yo.
-Quizás tengas razón pero es contigo con quien quiero estar.
-¿Eso es lo que quieres para dejarme en paz? -Dije harta y ella me miró incrédula. -Yo no voy a perder mi relación con él de tantos años solo por una calentura.
-Sabes que no fue ni es solo eso.
-Voy a vestirme.
-Ven a mi cuarto para hablar.
-No tengo nada que hablar contigo.
-Yo creo que sí. -Fue ella la que se volteó y se marchó. Volví a mi habitación y me calmé al ver que Arian sigue dormido. Me pongo mi pijama y no sé qué hacer, definitivamente no voy a entrar a la cueva del lobo. Eso sería meterme en problemas, mi cuerpo le respondería y mi mente no me dejaría escapar de ella. De todos modos no es como si pudiera no verla jamás.
He decidido no ir a su habitación pero aun así necesito tomarme un vaso de agua. Cuando llego a la cocina la veo vestida sexymente tomando un snack de la nevera.
-¿Vas a salir? -Dejo escapar de mi boca sin poderlo detener. Ella sonríe.
-Se me ha presentado un trabajito esta noche. Ya sabes a que me refiero. -Ella debió notar mi cara de asombro porque acarició mi rostro y dio un beso en mi mejilla susurrándome. -No te preocupes qué no tendré nada íntimo con nadie, eso solo pasó contigo. -Puede procesarlo cuando sentí la puerta de la entrada cerrarse. ¿Un trabajito? ¡Van a tocar su cuerpo! La sola idea me enloquece, yo sé a lo que se dedica o más bien creo que este es como su hobby pero una cosa es pensarlo y otra tener la seguridad. Quiero llorar, quiero gritar, no quiero que nadie la toque, que nadie la bese y que no bese a nadie. No puedo detenerme y comienzo a marcar su teléfono como loca, Arian me lo había dado por alguna emergencia al igual que ella tenía el mío, luego de unas 4 veces responde.
-¿Qué es lo que sucede? ¿Por qué me llamas tanto? Estoy conduciendo. -¿Qué le digo?
-No quiero que vayas.
-¿Qué?
-No quiero que nadie te toque, no quiero que toques a nadie, no quiero que vayas a ese lugar. -Debí escucharme desesperada a punto de llorar porque sentí como ella detuvo el auto y me comenzó a hablar tranquilamente.
-Camz... Cálmate.
-Tienes razón, me gustas y no quiero que me gustes. No olvido ni un solo día la noche en que hicimos el amor. Y yo sé que esto es lo que haces y sé que estoy con él y que no puedo dejarlo y que es egoísta quererte solo para mí pero la idea de que alguien este contigo me está comiendo. No quiero que lo hagas Lauren. -Escuché como suspiró.
-Ven a esta dirección quiero que hablemos fuera de la casa. -Me dio la dirección pero es un cuarto de hotel y estoy asustada y emocionada a la vez. A eso le podría sumar confundida y cada minuto que paso dándole vueltas al hotel la deseo más y más. Me estaciono, ella debe pensar que no vendré me he tardado 30 minutos y esto está a 2 cuadras de mi casa. Cuando entro subo directo al piso de la habitación. Toco la puerta y ella la abre y sin dejarme pensar me abraza. Yo la abrazo fuertemente sin saber que decir. Ella se separa de mí y me hace entrar cerrando la puerta. Me siento desarmada estoy en un hotel, con una cama y con la chica que deseo detrás de mí. Voy directo a las puertas de cristal que me dejan ver la ciudad y la noche. Suspiró y siento sus manos recorrer mis brazos y me estremezco.
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El Antifaz
RomanceEsta historia me pertenece y la he adaptado a Camren. Espero les guste. No adaptaciones. Una despedida de soltera que le cambiará la vida, sexo, pasión y amor.