Fall.

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Siempre tan perfecto.

¿Tan perfecto...?

Tan irreal parecía.

Leo le hacía parecer como si todo ese amor no existiera, que era el único idiota que amaba aquí.

La sonrisa de Ken se amplió un poco cuando oyó la voz de Leo. Así distráyendose  de sus pensamientos. Siempre lo tranquilizaba,eso le gustaba.

El castaño se encerró en sus pensamientos nuevamente,mirando el cerezo del jardin tras el vidrio mientras el agua caía lentamente,dejando su marca en el ventanal del hogar. Su hogar.

- Amor...- Murmuró sumido en sus pensamientos.

- Dime,cariño. -Respondió Leo,siempre sin expresión alguna en su rostro.

- ¿Me amas? -Preguntó el castaño,acercándose a su prometido.

- ¿Eh? Ken...-Desvió su vista-. Sabes mi respuesta a eso,mh.

- Nunca me lo has dicho,siempre me respondes de la misma manera. Nunca me has dicho "Ken te amo" o algo parecido a amar. -Apretó su labio inferior,tratando de evitar las ganas de llorar que tenía-. Sin embargo,no pasa un día en el que no te diga que te amo,que sin ti no sería lo mismo.

- Entonces, si tanto te molesta decirmelo, ¿Por qué no dejas de hacerlo? ¿Mmh? -Dijo,mirándole,no como siempre,esta vez estaba quebrado ante el menor,cayendo nuevamente en un oscuro pozo de los recuerdos.

Hacía exactamente cinco años desde que Ken no veía así a su amante. No desde aquella noche del primer rompimiento de su corazón. Recordaba perfectamente que fue en noviembre,en una noche lluviosa,Leo murmuró al oído, de quién era su mejor amigo en ese entonces, que nunca volvería a amar. Que el amor era una mierda en sí. Solo ilusiones tontas.

- ¿Sabes por qué te lo digo? Por qué sé que aun que no lo demuestres,te gusta que te lo diga,te gusta que te amen. Pero a pesar de lo que hago,tú nunca me los has dicho de vuelta -El castaño se acercó al mayor,abrazándolo por un momento,tratando de calmar sus miles de palabras que querían salir.Todo lo que tenía acumulado en su interior-. No soy Hak Yeon,soy Ken,me conoces, ¿Por qué no quieres decirmelo?

Leo se apartó,dejando que el frío se apropiara nuevamente del menor.  Le miró,esta vez sin un toque de tranquilidad en su mirada. Ya no era Jung Taekwon,era otra persona. Fría,sin rastro de dolor alguno,todo lo contrario a Ken. Eran como el blanco y el negro en ese momento,totalmente opuestos.

Tal vez Ken había hablado de más...

- Vete. - Soltó sin más-. Vete ahora Jaewhan.

El menor quedó sin palabras en ese instante, ¿Que acaba de pasar?

- ¿Estás seguro de lo que dices? - Preguntó cuando pudo retomar el hablar.

Sin embargo no respondió,Leo lo había ignorado. Ya no tenía dudas,debía irse.

Tomó su abrigo y sin decir adiós y un profundo dolor en su corazón,se dirigió hacía la puerta.

Leo fue la primera vez en minutos que miró hacía Jaewhan,un sentimiento de nostalgia,dolor y amor le estaba consumiendo por completo. Si Ken se iba,ya nada sería igual,ya no volvería. Lo perdería, tal vez para siempre o por un tiempo pero no quería estar ni un minuto sin él.

En el momento que su diestra iba a girar el picaporte, el calor y apretón de los brazos de quién era su prometido lo habían envuelto,siendo atraído,evitando que se vaya.

-Mentira Jaehwan...-Dijo el mayor soltando las primeras lágrimas en años-. No soy nada sin ti,te a..-Tomó una bocanada de aire,calmando sus nervios. Su corazón latía con fuera contra su pecho,tenía miedo de todo, de decir las palabras y que Ken huyera de su lado, que se canse de él. Ken era la única persona que amaba y confiaba, era su todo-. Te amo,Ken. Te amo como no tienes idea. Disculpa por ser un idiota,lo soy, pero este idiota te ama con todo su ser.

El estomago del menor dio un vuelco,su corazón parecía latir a mil,más cuando los labios de su mayor, su prometido, se unieron a los suyos en un beso, Tan cálido. Tan diferente. Tan real para Ken.  Tal vez con una mezcla grande de sentimientos.

Leo lo amaba y él a él.

Ahora estaba seguro de ello.

Black & White ; KeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora