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La noche anterior fue un completo desastre, copas de vino y alcohol por doquier, sin duda, una de las noches mas eróticas que el rizado pudiese haber vivido.

No conocía la identidad del sujeto con el que había tenido relaciones la noche anterior, pero le encantaría saberlo con certeza, para poder repetirlo de nuevo.

Tomo su ropa interior, la cual se había quedado tirada en la noche, y puso unos boxer's comunes que cualquier hombre común utiliza, se dirigió al baño y rápidamente lavo su cara de todo rastro de maquillaje o labial, lavo sus dientes, y se rebusco la espalda, el cuelo, y el pecho, buscando algún chupeton ''accidental'', pero no hubo resultado.

Se puso sus pantalones de siempre, una chaqueta de cuero, y sus zapatos desgastados de siempre. 

Guardo sus bragas color rosa, al igual que sus instrumentos eroticos, maquillaje de mujer, pelucas, y todo lo que necesitaba para esta noche en una mochila, no se preocupo en darse un baño, ya que todos los días después el trabajo se daba un baño de aproximadamente 2 horas, asi que solo perfumo su cabello.

Tomo su mochila y salio con la intención de ir a su departamento, pero dada la hora, se vio en la necesidad de correr hacia su trabajo.

Al llegar, su mejor amiga Jane, apenas se encontraba abriendo el establecimiento, se dirigió hacia ella y la saludo con un fuerte abrazo.

_Harry, hueles a alcohol.- dijo Jane, antes de saludar a Harry. 

El simple hecho de que el rizado tomara, le causaba pavor a Jane, Harry era su mejor amigo desde que tenia memoria, y para ella, ver a Harry en estado de ebriedad, era un tanto divertido, pero peligroso.

-No Jane, no e tomado nada en 3 días, deberías de felicitarme.- mintió el rizado, sabia que el hecho de haber tomado haria que Jane se enfadara lo suficiente para no hablarle por un par de semanas, y el hecho de haber mentido, haria que no le hablara por un par de años.

-¡Por favor Harry! ¡Transpiras alcohol! - grito la pelirroja, haciendo que la gente que pasaba por esos rumbos, tomara atención a la conversación. 

-Jane, ¿Te puedes callar?- susurro el rizado.- No quiero que la gente se entere de mis problemas, ¿Entiendes?

Harry apreciaba demasiado a Jane, pero su nivel de ignorancia a veces lo hartaba, no le importaba que la gente la pudiese ver desnuda, asi como no le importaba que la gente escuchara su conversación un tanto... ''emocional''

-Si no quieres que la gente escuche tus problemas personales.- respondió haciendo comillas con ambos dedos en lo ultimo.- Deberías de dejar de hacer las cosas que a la gente a la que verdaderamente le importas le molesta.

-Esta bien, Jane, dejemos lo haci, te prometo que no volveré a tomar jamas.- respondió el rizado tratando de mirar a los ojos a su mejor amiga, pero el orgullo de esta, no permitían que ella le regalara una mirada de aprobación. 

-Esta bien, Harry, creo que cumplirás tu promesa esta vez.- sonrió la pelirroja, y entro a la tienda.

El rizado entro detrás de ella, registro su hora de llegada, y se sentó en el mostrador.

Era un de las tiendas mas visitadas en todo Doncaster, y a Harry le encantaba trabajar ahí, veía atuendos demasiado lindos, sabia que el algún día se pondría uno, entraban hombres en busca de vestidos de gala para sus novias, o acompañantes, entre la mayoria habia unos muy atractivos, y esa era una de las tantas razones  por las que a Harry le gustaba trabajar ahi.

-Harry, ponte atento, no tardaran en llegar los clientes, pon tu mejor sonrisa y no digas disparates como acostumbras frente a ellos.- sonrió la pelirroja.

-Si Jane, como quieras.- respondio el rizado.  






Dangerous Love. // Larry Stylinson. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora