-¡Adiós Jane!.- grito el rizado a su amiga, que se encontraba casi una cuadra lejos.

-¡Adiós Harry! ¡No tomes bebidas alcohólicas!.- grito Jane.

-¡No... lo haré!.- grito el rizado.

El rizado mintió, sabia que volvería a beber aun mas, sabia que en su trabajo se emborracharía a morir, ya sabes, tu escoges lo que en realidad quieres, te tropezaras en el camino, mientras veas piedras, y mientras veas un camino plano y recto, seguirás en pie, ya sabes, de los errores se aprende, la actualidad se esta volviendo loca y la gravedad no es como los científicos la predicen, ahora todo lo que sube, ya no baja, sino que, sigue subiendo, y eso era lo que le pasaba a el, desde que se perdió en el intenso color azul de sus ojos, lo único que ha subido, son las ganas de volver a penetrarlos y nadar en ellos.

Llego al bar, entro por la puerta trasera, donde estaban los vestidores, y se acomodo en un espejo, se maquillo, le encantaba hacerlo, mas que diversión y sexo, el lo hacia por una razón, gustarle a los demás, y eso bien lo hacia, el color rojo resaltaba el inmenso color verde de sus ojos, y su piel pálida hacia que el color del labial resaltara al compás.

Como todas las noches, necesitaba usar lencería erótica, y eso fue lo que hizo, y lo complemento con ligueros y unas lindas bragas rosadas.

Se puso unas lindas zapatillas, y la pequeña falda que traía, tenia de adorno una pequeña forma de gato, denotando a un gatito, una preciosa gargantilla, que decía ''Kitten'', y la mayoría de las veces no necesitaba peluca, su cabello era perfecto.

La música empezó a sonar cada vez mas fuerte, tomo un trago, y salio, la vista de la mayo ria de los chicos se poso en el, se podría decir que Harry llevaba mas de 1 año trabajando ahí, y su uso era muy ''exclusivo''.

Se sentó en la barra y pudio una botella, busco a alguien de su agrado, y su corazón latió con fuerza, al ver al castaño de los hermosos ojos azules, quien se encontraba desconcertado y un poco confundido sentado en una mesa cerca de la entrada. 


Dangerous Love. // Larry Stylinson. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora