En un barrio de los suburbios de Bogotá, vivió un niño llamado koclock, este niño fabricaba relojes a partir de chatarra y de materiales reciclabes. La maquinaria del reloj media unos diez centímetros, lo increíble es que los relojes no producían ninguna clase de sonido, ni siquiera un tic-tac, qué nuestros oídos pudieran escuchar en una noche lívida y tenue.
Su fama era enorme, todos lo conocían en un perímetro de un kilómetro, sus hazañas eran extraordinarias, él arreglaba y hacia a partir de cualquier cosa (palitos de helado, piezas de carritos de cuerda), cuando le decían que arreglara un reloj, lo desarmaba y lo volvía a armar con mejoras sustentables, a veces dedicaba tiempo a hacer otro tipo de relojes, ya fueran desde relojes de manilla, relojes de anillo, de cuello, entre otros.
Los relojes, los hacía en un taller de más o menos un metro por un metro. Sus relojes estaban hechos de madera traída por él, desde el Amazonas.
Sus relojes iban desde relojes ordinarios (hechos en aleaciones de plásticos de segunda), hasta de una calidad media (hechos con madera no usada, pero, su maquinaria hecha con materiales reciclables).A estos relojes le decían "cubierta de oro y maquinaria de segunda", cada casa qué lindaba con su negocio, tenía por mínimo un reloj, en su hermosa sala.
El nombre era una derivación del sustantivo en inglés "clock", qué significaba reloj o tiempo, su admiración por el tiempo,espacio y los relojes lo motivaban a seguir adelante.
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