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Y cuando no quieras dormir, por ver dormir a tu pareja, quizás me entiendas.

1975

El quinto año en Hogwarts iba a comenzar para todos los alumnos nacidos en 1960 y nadie, probablemente, estaba más emocionado que Cassiopea Brooks. Estaba en su habitación de la casa que sus padres poseían en Londres, pues siempre pasaban la última semana de verano allí, para que le fuese más cómodo ir luego a coger el expreso de Hogwarts. Estaba nerviosa, este año era diferente. Se había pasado todo el verano mandándose cartas con Rolf, y habían creado una bonita amistad, y le daba miedo que al llegar a Hogwarts la rivalidad de sus casas rompiesen lo que habían creado en unos meses. Se acercó a su mesa de escritorio, llena de sobres de las cartas que los merodeadores le habían enviado también y alguna de Louis. Pobre chico, pensó, de verdad estaba intentando que se fijase en él. Escuchó el timbre de la entrada y como su madre gritaba que ya iba.

- ¿Tienes todo listo? –Ulises entró en la habitación de su hija, con una taza de chocolate en la mano.

- Creo que sí. -Se sentó en la cama agarrando la taza que su padre le ofrecía mientras él se sentaba a su lado.

- ¿Sabes? Me da mucha envidia verte ir. -Cassie frunció el ceño- No me malinterpretes, adoro a tu madre, pero yo también necesito unas vacaciones de ella. -los dos rieron, mientras de fondo se escuchaba a su madre pelearse con una sartén- En Hogwarts pasé algunos de los mejores años de mi vida, y espero que también los pases tú. Me encantaría un día volver, pero creo que hasta tu graduación nada.

- Si trabajases en el Ministerio de Magia a lo mejor podrías ir. O en cualquier empleo mágico. -Ulises se puso en pie, queriendo evitar la conversación que se avecinaba- Te encanta la magia, papá, ¿por qué la dejaste de lado?

- No es el momento para esa conversación, Cassie.

- Nunca es el momento para ti. -Se puso en pie para enfrentarle, pero su pequeña estatura frente a los anchos hombros de su padre asustaba. Aun así, era pequeña, pero matona-. Te martirizas en un trabajo muggle que no te llena, tienes tu varita encerrada en una caja en vuestro despacho, y aun así te he visto sacarla y mirarla con deseo de hacer un conjuro. Te privas de toda la magia y me hablas de los mejores años de tu vida en Hogwarts. Solo quiero saber el porqué. -Cassie juntó las cejas, y su padre se asustó un poco al ver la mirada determinada que había visto antes solo en el rostro de su mujer.

- Cuando seas mayor.

- Tengo quince años.

- Sigues siendo una niña.

- Pero que ya tengo quince años.

- Hace nada aún te meabas en la cama.

- ¡Eso no es verdad!

- Con quince años aún te queda mucho por aprender, princesa. -Le dio un beso en la frente, haciendo que la castaña soltase un bufido- Tienes el carácter de tu madre, que Dios salve al chaval que se case contigo, que aún está a tiempo. -Salió corriendo de la habitación de su hija, esquivando a tiempo el peluche que iba volando en su dirección. - ¡Con ese brazo tan potente no sé por qué dejaste el equipo de Quidditch!

- Con una casi muerte tuve suficiente.

Al rato, cuando ya estaba lista, bajó con su baúl rebotando por las escaleras.

- Intenta hacer más ruido -Su madre asomó la cabeza por la puerta de la cocina-. Creo que en Australia aún no te han escuchado.

Cassie volvió a subir las escaleras y volvió a bajarlas, rebotando el doble de fuerte el baúl. Un "niña insolente" se escuchó.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2021 ⏰

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IMPOSSIBLE [EN EDICIÓN] [SERIE IMPOSSIBLE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora