Daniel's POV
Hoy me despertó el maldito despertador, ya se por que se llama "Despertador", ¡porque te despierta!, Es broma se porque se llama así. Salí de mi habitación para asegurarme de que mis padres no estuvieran, y desafortunadamente mi madre estaba sentada en la barra de la cocina me miraba fijamente, toma un sorbo de su café y dice:
--¿No vas a desayunar?--dice frunciendo el ceño.
--No, madre, no tengo hambre--digo nervioso.
Ni siquiera se porque estoy nervioso, siento como si mi madre se fuera a levantar y darme una bofetada.
--Hijo, necesito hablar contigo sobre algo--dice mi padre invitándome a sentarme.
Obedezco y observó a mi padre con la mandíbula apretada, da un largo suspiro y dice:
--Tu madre y yo iremos a una reunión de trabajo, por 4 días.--dice esperando mi reacción.
Desde hace mucho tiempo mis padres no me aconsejan ni me dan un abrazo, me imaginé que se irían porque siempre usa ese tono.
-¿me quedaré sólo?¿me llevarás con la tía Katherine?-dije con el ceño fruncido.
-Te iras con la tía Helen, hermana de tu madre-dijo mirándome fijamente.
-Oh, esta bien, me voy-dije levantándome.
Me levanté y me dirigí a la cocina donde se encontraba mi madre, me despedí de beso en la mejilla y me dirigí a el transporte público.
Llegue a la preparatoria y en la entrada se encontraba Peyton con una chica, se despide de ella y se dirige hacia mi, me saluda y dice:
--Hey, amigo, ¿ya conociste a la chica nueva?--dice con una media sonrisa.
--No, ¿quien es?-dije con curiosidad.
Me jala del brazo y me lleva hasta el salon de Álgebra, ahí se encuentra una chica con un libro entre sus manos, al parecer está sumergida dentro de él.
-Oh, ya veo, te agrado esa chica ¿eh?-dijo con una sonrisa pícara.
-Tranquilo pey, no es para tanto, es sólo una chica-dije divertido.
-Iba chica muy linda -dijo suspirando.
Siento como me enfuresco, y no entiendo porque, ni siquiera le he dirigido la palabra a esa chica y siento celos por ella. ¡que me pasa!.
Daniel, tranquilizante, Peyton sólo quiere causarte celos, ¡no dejes que lo logré!
Me repetía mi subconsciente.
Tocaron la campaña y nos dirigimos a el salon de Álgebra ahí se encontraba la chica de hace un rato.
Su pelo era color caramelo y lacio, sus ojos eran color azul claro y con un destello en ellos, ella era muy pequeña y delgada, y sus labios eran realmente hermosos.