Mujer Mitológica

1. Lilith

El desafío de Lilith

Se nos ha enseñado en el mito de la creación que Dios creó a Adán y Eva, por tanto hemos considerado a Eva como la primera mujer, sin embargo hay una figura femenina escondida en las sombras que podría haber sido la primera mujer.

Estamos hablando de Lilith, considerada la primera consorte de Adán, ambos fueron creados juntos por Dios, solo que en Lilith se usaría lodo y sedimento en lugar de polvo puro.

Mientras los primeros seres humanos disfrutaban del paraíso realizando las labores encomendadas por Dios su vida en pareja no encontraba armonía pues cuando Adán quería acostarse con Lilith ella se negaba considerando que la posición escogida por Adán poniéndose encima de ella era ofensiva.

- ¿Por qué he de acostarme debajo de ti?- reclamaba - Yo también fui hecha de polvo al igual que tú.

Lilith fastidiada con esta situación decide acudir a Yaveh con la intención de seducirlo para que le permita ser igual a su pareja, Yaveh cede ante las palabras de Lilith revelándole su nombre. Una vez más Lilith habla con Adán y ante su intransigencia invoca el nombre de Dios, quien le otorga alas.

Provista de sus alas Lilith decide abandonar el paraíso, prefiere el destierro autoimpuesto que renunciar a su voluntad. Sin embargo la osadía de pronunciar e invocar el nombre de Dios era considerada la peor afrenta aun peor que no obedecer sus mandatos.

Mientras Lilith se aleja volando Adán acude ante Dios quien se conduele de su dolor enviando a tres ángeles por la fugitiva: Senoy, Sansenoy y Semangelof.

Los ángeles encontrarían a Lilith en los alrededores del Mar Rojo donde se había establecido recibiendo como amantes a todos los demonios y dando a luz miles de niños demonio, se convierte en la madre de Asmodeus el Rey de los demonios y a la vez en su consorte.

Cuando los ángeles le ordenan regresar Lilith se niega rotundamente, sabe que si regresa tendría la pesada tarea de hacerse cargo de todos los niños recién nacidos. Lilith prefiere quedarse en el Mar Rojo como la madre de los demonios. Ante esta negativa Dios la castiga con la muerte de cientos de sus hijos cada día.

- Esta suerte es mejor que regresar al Edén y a la sumisión de Adán- exclama Lilith ante el castigo - En respuesta por este dolor infringido matare a todos los hijos de Adán- proclamó.

Nadie estaría libre de esta terrible amenaza, ni siquiera las niñas o las madres durante el parto y aún más su ira alcanzaría a los hombres en sus sueños.

Ante esta negativa Dios decide darle una nueva compañera a Adán, esta vez hecha de una costilla por lo tanto sumisa.

Desde entonces según cuenta la leyenda Lilith roba a los niños de sus cunas hasta los 8 días en los varones y 20 en las mujeres, la única protección es invocar a los ángeles para que alejen a Lilith de sus recién nacidos.

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