Reencarnación

Prologó

Me encontraba, en la tienda de Bill, con mi madre comprando unas herramientas, para arreglar la puerta del garaje.
-Oye Bill, ¿no tendrás algún trabajo por ahí?-Pregunto mi madre mientras pagaba
-Jajaja, si querida pero son demasiado forzosos para ti, a no ser que...-levantando las cejas, sonriendo pícaramente, menudo hijo de puta como se atrevía a decirle eso a mi madre si no fuera porque necesito un empleo le dejaba sin los dientes que le quedan.
-Es para mi hijo-corto mi madre incómoda
-Um, en ese caso el chico me podría venir bien para el almacen-dijo mientras yo me fijaba por primera vez en aquél lugar con suelos de madera chirriantes y paredes de un color que debía de haber sido...¿blanco?
-Entonces...-abrí la boca por primera vez
-Te llamare, pero el sueldo es de, unos 500€ al mes y trabajarías los lunes miércoles y domingos de cuatro a ocho de la tarde, ya que de momento eres menor ¿no?-
-Si señor, pero..
-Pero nada-dijo aquel señor que debía de haber trabajado en el mar por sus pieles raídas por el sol y tatuajes que adornaban su piel
Tras conseguir mi primer empleo, salimos de aquel polvoriento local y fuimos hacia el coche, cuando iba a entrar vi a un hombre que no era un hombre, era como una sombra, un animal que caminaba hacia el callejón. Lo deje pasar y me metí en el coche, y de camino a casa lo vi en medio de la carretera, y era...¿yo?!entonces un choque, un frenazo.
-Y me desperté-le debe de sonar raro y pensar que me lo estoy inventando, o tomándola el pelo pero es la verdad.
-Que imaginación tienes, es imposible -sonrió
-Pero y el trabajo eso sí que pasó de verdad y además desde ayer tengo esta marca en el brazo-dije mostrándole un triángulo que tenía una línea partiéndolo
-Vale a ver lo del triángulo es raro pero según he leído puede significar un elemento dependiendo de donde tenga la línea marcada, estás seguro de que no te tomaste algo...
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