PERDON POR LA DEMORA.
Por fin había llegado el día que tanto había estado esperando, El día en el que empezaría a trabajar por primera vez. Estaba llena de expectativas y metas, También estaba un poco nerviosa, pero me imaginaba que era normal. Conseguí el trabajo de asistente personal (Secretaria) De un hombre llamado Justin Bieber en la inmobiliaria M.A.
Llegué muy temprano a la inmobiliaria. Me mostraron el lugar, Conocí a los que serían mis compañeros y me dieron una breve explicación de lo que debía hacer. Luego mostraron el escritorio donde trabajaría, Me senté y comencé con mi trabajo. Luego de una hora allí, apareció un chico muy atractivo, un poco elegante, buen porte, Alto, cabello negro y ojos marrones. Cuando ya estaba dentro de la inmobiliaria se acerco a mí con la coordinadora de gestión humana.
-Señorita Whitely, Le presento al señor Justin Bieber, Su jefe. –Me dijo aquella señora llamada Dora. El me miro bien.
-Mucho gusto señor Justin, Soy ___ Whitely, Y bueno seré su secretaría. Aquí estaré en lo que le pueda ayudar. –Me pare del asiento y le extendí la mano.
-El gusto es mío. –Recorrió todo mi cuerpo con su mirada, Me sentí incomoda.
-Bueno ya sabe Whitely, hágale caso en todo al señor Justin. El es muy exigente. –Dijo dora. El rio por lo bajo.
-Vamos dora, La vas a achantar. No le prestes atención ____. –Me sonrió. Dora lo miro aterrada.
-Bien, pues empecemos a trabajar. A las 2pm hay reunión con los clientes de ecuador, que no se te olvide es muy importante. –Le dijo dora a Justin. El asintió y ella se retiro.
-Y bien, Como te ha parecido el ambiente. –Me pregunto Justin apoyándose en mi escritorio.
-Muy agradable. –Le dije.
-Me alegra. Cualquier cosa estaré en mi oficina. Cuando llegue alguien preguntando por mi, acuérdate de marcar a mi extensión, al igual que una cita, primero llámame para avisar que los clientes llegaron. –Me dijo.
-Sí, entiendo. Tranquilo ya me lo explicaron todo muy bien. –Le dije. El me sonrió y entro a su oficina.
El resto del día lo pase contestando llamadas, reservando citas y sentada frente a una pantalla. Solo vi a mi jefe dos veces, de entrada y salida, siempre me sonreía. Era muy atractivo, Lo sabía. Pero era mi jefe.
Por fin habían llegado las 6pm, Mi hora de salida. Deje todo listo y lo único que me faltaba era llevarle unos papeles a mi jefe.
Camine hasta su oficina y toque.
–Pase. –Dijo el.
Entre y camine hasta el escritorio. El me miro fijo.
-Señor Justin, Le traje estos papeles, tiene que analizar y aprobar las solicitudes de vivienda que crea convenientes. –El rio.
-Se lo que tengo que hacer perfectamente. Bonita. –Me dijo.
-Oh si, lo siento, perdóneme. –Le dije apenada. El se paro de su asiento, fue hasta la puerta y la cerró. Me gire y lo mire confusa.
-¿Quieres algo de beber? –Me dijo mientras caminaba hacia unos vinos y unas bebidas que tenia en su oficina.
-No gracias, así estoy bien. –Le dije. Se giro a verme.
-No me digas que no, Es tu primer día aquí y por lo tanto tengo que darte la bienvenida como te lo mereces. –Dijo. Asentí. Sirvió un poco de piña colada y me la entrego.
-y ¿a que hora te vas? –Dijo.
-Precisamente ya iba de salida, Son las 6pm.
-Oh si, te estoy quitando tiempo preciosa, ve a tu casa y descansa.
-No me quita tiempo. Antes me alegra tenerlo como jefe, Por lo poco que lo conozco veo que es una buena persona. –Le dije. El me miro fijo.
-¿Eso crees? –Dijo acercándose a mí. Eso me puso nerviosa.
-Sí, ¿Podría estar equivocada? –Lo mire bien. No me respondió. –Y bueno, ¿a que hora sale? –Dije.
-Mi hora de salida era a las 5pm, pero decidí quedarme para aprobar solicitudes y esas cosas. –Seguía muy cerca de mí.
-Oh bueno, me imagino que esta bien, siempre y cuando no este cansado o estresado por algo, esta bien dedicarle un tiempo extra al trabajo.
-Sí. –Dijo para acercarse más a mí. Miro fijamente mis labios y luego alzo la miraba hacia la mía.
-Creo, creo que debo irme. –Dije pensativa.
-¿Quieres que te lleve a tu casa? –Dijo mirándome fijo. Eso estaba mentándome, tenía cierto poder en su mirada.
-Oh, no, no. Ni más faltaba, tranquilo yo puedo irme en taxi. –Le dije.
-¿Sabes algo? No me gusta que me digan que no. Si te dije que quería llevarte a tu casa, es porque así lo deseo. –Lo mire fijo.
-Está bien. –Dije confundida. Se alejo de mí, fue por su chaqueta y apago la computadora.
-Bueno, Vamos! –Abrió la puerta de la oficina y salimos. Muchos compañeros me miraron extraño al verme salir con el, Eso me hizo sentir incomoda, no quería que se imaginaran algo que no estaba pasando.
No sabía que era lo que estaba pasando, En realidad antes de entrar a trabajar no me imaginé tener un jefe como Justin. Estaba muy nerviosa por la forma en que me miraba, la forma en que se me acerco. Sabía que podía ser algo normal en el, de pronto trataba a las mujeres así. Pero había algo que me hacia sentir incomoda. En realidad todo era muy extraño.