Querido mejor amigo...

Mi nombre es Emma Lancaster, tengo 18 años y vivo en un pequeño pueblo llamado Summer Ville.
Hace un año me diagnosticaron una rara enfermedad la cual hace que viva poco años... Me dijeron que mi limite era a los 19 años. Los doctores dicen que hay cura... Pero yo no lo creo...para mi mala suerte en una semana cumplo 19... Esto es lo peor que me ah pasado...

Justo ahora estoy en una de mis revisiones me dijeron que es poco probable que viva más tiempo, así que no espero mucho. Cuando iba saliendo del hospital choque con un chico que hizo que tropezáramos... el chico era alto, cabello castaño, ojos muy bonitos color café y unas largas pestañas, era casi como el chico de mis sueños, solo que... Dudo que alguien como el hable con alguien como yo, lo mire fijamente a los ojos por un rato.

-fíjate un poco...si?- le dije a aquel chico.
-Ou... Claro! Soy Lalo! Bueno... Eduardo- me dijo el chico.
-soy Emma...Emma Lancaster- le dije
-bonito nombre! Pero me tengo que ir- me dijo dándome la mano para levantarme
-gracias...- en ese momento el chico tomó mi mano y escribió algo
-listo! Para que nos podamos seguir viendo!- me sonrió
-...- me quede callada y un poco apenada.
-bueno me voy...- dijo el chico yéndose hacia el otro lado.
-adiós...- dije dirigiéndome a mi casa.

No podía sacar a ese chico de mi cabeza si le mandaba un mensaje creería que estoy desesperada por saber de el...minutos después yo ya me había dormido.
Desperté en la noche para ver mi celular y vi un mensaje, lo abrí y era de el, la persona de la que me había enamorado a primera vista. Así que decidí abrir aquel mensaje.

-Hola! Oye no puedo olvidar tu voz...nos vemos mañana...?-

No sabia que contestarle...

-hola...eeeeemmm... Si, si quieres nos vemos mañana en el bosque!- le contesté el mensaje
-si, buenas noches Emma-

Bloquee mi celular y me volví a dormir, la mañana siguiente desperté me metí a bañar me vestí y me arregle un poco y salí de mi casa, lo que no sabia el chico era que mi vida no era como la de las demás... Yo era diferente mi vida corría peligro, salí de mi casa y fui al bosque me senté en una piedra a lado del río, en eso alguien llegó y me tapo los ojos.

-Lalo...?- pregunte y sonreí
-hola!- me dijo destapándome los ojos y sentándose a un lado mío
-como estas?- pregunté con una sonrisa de oreja a oreja.
-bien...oye- me dijo el ojicafe.
-si?-
-no puedo sacarte de mi cabeza...- me dijo un poco apenado
-no te preocupes háblame de ti!- le dije cambiando el tema.

Empezamos a hablar mas y hacernos mas amigo hace tres días que lo conocía y yo estaba enamorada, en estos tres días el y yo nos volvimos muy unidos, inseparables se puede decir.